Política

Astaná

Putin garantiza la integridad de Siria tras la marcha de EE UU

Un grupo de mujeres huye ayer de la localidad de Baghuz, en la provincia de Deir Al Zor, el último bastión del Estado Islámico en el país
Un grupo de mujeres huye ayer de la localidad de Baghuz, en la provincia de Deir Al Zor, el último bastión del Estado Islámico en el paíslarazon

- La cuarta reunión sobre Siria de los líderes de Rusia, Irán y Turquía en Sochi estuvo marcada por el movimiento de piezas que podría haber en la frontera norte una vez se retire EE UU. «Si esto ocurre, la única decisión en términos de seguridad sería entregar esos territorios al control de las Fuerzas Armadas sirias», recalcó el presidente ruso, Vladimir Putin. La mediación de Moscú es clave porque Turquía, aliada también de Washington, quiere una zona de seguridad ante las milicias kurdo-sirias, a las que acusa de colaborar con el PKK, movimiento declarado terrorista por Ankara. «Turquía no permitirá la creación de un corredor terrorista en su frontera del sur», avisó Recep Tayyip Erdogan.

Washington, aliado también de las milicias kurdas, amenazó a Ankara con tomar medidas si tras su retirada iniciaba una ofensiva contra ellas. No obstante, Putin insinuó que esta retirada se desbloqueará pronto. «El presidente Trump trabaja activamente en cumplir sus promesas electorales, algo muy raro en EE UU. La marcha de las tropas estadounidenses de Siria es una de ellas», afirmó.

Putin instó asimismo a sus pares a «destruir totalmente a los terroristas» de la provincia de Idlib, acometiendo una ofensiva conjunta contra los bastiones en la zona del antiguo Frente al Nusra, uno de los brazos de Al Qaeda en el país. A pesar del alto el fuego decretado en la región, donde Turquía y Rusia establecieron una zona desmilitarizada en septiembre, «esto no significa que tengamos que soportar la presencia terroristas», añadió.

La reunión, celebrada en paralelo a la cumbre estadounidense de Varsovia sobre Oriente Medio, reforzó la hoja de ruta conjunta de las tres naciones en Siria. Tras ocho años de guerra, Putin hizo hincapié en que «urge que funcione lo más pronto posible el comité constitucional para Siria». Este organismo, pactado por el Gobierno de Bashar Al Asad y la oposición reunida en Astaná bajo la supervisión de la ONU, es un punto clave para Moscú.