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Choque cultural

Quedarse dormido en el trabajo, en Japón, puede estar bien visto por los jefes

Algunas empresas tecnológicas de Silicon Valley se han inspirado en esta costumbre nipona para crear 'zonas de siesta'

Quedarse dormido en el trabajo PEXELS (Mikhail Nilov)

La cultura del esfuerzo puede ser realmente muy diferente dependiendo de la zona del mundo en la que nos encontremos, aunque las percepciones pueden estar sesgadas por los estereotipos. Los habitantes del sur de Europa y el litoral mediterráneo, en general, tenemos la mala fama de ser trabajadores que se esfuerzan menos, principalmente por los horarios de vida que no compartimos con nuestros vecinos del norte.

Las más de las veces, esta imagen viene determinada por una falta de entendimiento en condiciones como el clima, las altas temperaturas y las costumbres propias de un territorio. Lo cierto es que en España, aunque podamos llevar un ritmo distinto al de otros lugares, se trabaja, y mucho. Muchas zonas de nuestro país han estado centradas en ocupaciones de gran carga física, como la ganadería ovina castellana o la minería asturiana, entre otros.

Así lo reflejan muchos de nuestros dichos y refranes populares, como el que reza que "En esta vida caduca, el que no trabaja no manduca" o que "Como el comer es diario, trabajar diariamente es necesario". Las formas en las que se entiende que una persona se esfuerza en su trabajo, más allá del resultado, son sin embargo muy subjetivas, y lo que aquí puede estar mal visto, allá es alabado.

Hombre echando la siestaPIXABAY (wal_172619)

Nadie se atrevería a reclamarle a un vareador de olivos que está 'holgazaneando' por tomar una pequeña siesta en las horas de más calor si lo hubiese visto trabajar a destajo desde los primeros compases de la mañana. De la misma manera, en el país nipón hay ocasiones que, por una sobrecarga de horas, los empleados terminan durmiéndose sin querer, pero esto no les vale ninguna regañina, sino todo lo contrario.

Quedarse dormido en el trabajo, en Japón, puede estar bien visto por los jefes

En la mayoría de los países, quedarse dormido en el trabajo puede ser motivo de vergüenza, una sanción disciplinaria o incluso despido. Pero en Japón, una de las naciones más trabajadoras del mundo, esta acción (conocida como "inemuri"), no solo está tolerada, sino que puede ser vista como una señal de compromiso y dedicación al trabajo.

Esta costumbre, profundamente arraigada en la cultura laboral nipona, sorprende y desconcierta a muchos extranjeros. Para saber cómo es posible que un país conocido por su riguroso código de conducta y su disciplina permita dormir en la oficina, se debe comprender primero la compleja relación que los japoneses tienen con el trabajo, el sacrificio personal y las apariencias.

La palabra "inemuri" se traduce literalmente como 'dormir estando presente'. Es un tipo de siesta breve que ocurre en espacios públicos o en entornos laborales, donde la persona se queda dormida, generalmente permaneciendo sentada, sin desconectarse completamente de lo que sucede a su alrededor. A diferencia de una siesta común, el "inemuri" no es una pausa planeada, sino un descanso involuntario que ocurre sin abandonar siquiera la tarea.

En muchas empresas del país nipón, es habitual ver empleados dormitando tumbados sobre su escritorio, así como a estudiantes dando cabezadas en clase, sin que ningún responsable les llame al orden. Esto se debe a las larguísimas jornadas laborales de los japoneses ya que, aunque el estándar es de 8 horas diarias, muchos empleados alargan sus tareas hasta 10 o incluso más horas al día.

Asiático durmiendo en el trabajoPEXELS (RDNE Stock project)

Por otra parte, en Japón existe una fuerte presión social y es una norma no escrita que nadie debe abandonar la oficina antes que el jefe, aunque la jornada de trabajo ya haya terminado. Este nivel de exigencia ha llevado a situaciones extremas, con sobreesfuerzos que han derivado en casos de infartos, derrames cerebrales y suicidios relacionados con el estrés laboral.

De esta manera, el "inemuri" funciona como un mecanismo de adaptación ante jornadas laborales excesivas. Dormitar brevemente durante el día puede ayudar a sobrellevar el agotamiento físico y mental sin dejar de cumplir con las obligaciones profesionales. Sin embargo, no a todo el mundo se le permite tomar estas pequeñas siestas, ya que depende del estatus de la persona y del entorno de trabajo.

Estos descansos solo están bien vistos si pueden ser considerados como resultado de grandes esfuerzos: como es lógico, si descubren a alguien dormitando por desinterés, será amonestado. Paradójicamente, el "inemuri" también es un acto simbólico que se emplea para proyectar la imagen de compromiso con el trabajo y la empresa. Algunas empresas tecnológicas de Silicon Valley llevan años incorporando “zonas de siesta” para que sus trabajadores tomen pequeños descansos y sean así más productivos.