Keir Starmer, el laborista que podría ganar las elecciones británicas

Millones de británicos están hoy llamados a las urnas en unas elecciones que se prevén históricas. Tras 14 años de gobiernos conservadores, todo parece apuntar a que Reino Unido cambiará de inquilino en el número 10 de Downing Street y, con total seguridad, de formación política en el gobierno.

Según los últimos sondeos preelectorales, el pueblo británico renovará hoy su Ejecutivo y le otorgará su confianza al Partido Laborista de Keir Starmer, relegando al Partido Conservador, o tories, a la segunda fuerza en la Cámara de los Comunes. Sin embargo, las encuestas vaticinan el peligro de desaparecer que corre el escaño de Rishi Sunak, ya que se presenta a la reelección en el distrito de Richmond y Northallerton y, según las empresas demoscópicas, el actual primer ministro podría llegar a protagonizar la primera gran humillación de los tories en las urnas al no recibir los suficientes votos para lograr su escaño en el Parlamento británico.

¿Pero quién es el ganador que dan todas las encuestas? ¿A qué se dedicaba Keir Starmer antes de saltar a la política? Este es el currículum del líder del Partido Laborista que, casi con total seguridad, se convertirá en el primer ministro británico.

De un pequeño pueblo de Londres a primer ministro

Starmer, de 62 años, nació en Oxted, un pequeño pueblo del sur de Londres, y es hijo de un humilde fabricante de herramientas y de una enfermera del Servicio Nacional de Salud. Como muchas familias, tuvieron que hacer frente a desafíos, aunque el más duro fue la lucha contra la enfermedad rara que padeció su madre y que, finalmente, se saldó con la amputación de una de sus piernas.

Después de que el líder de los laboristas pasara gran parte de su infancia viendo a su madre ingresar en el hospital, la valentía y la determinación de su madre para seguir adelante a pesar de su enfermedad hizo que Starmer consiguiese una plaza en la Universidad de Leeds, donde estudió Derecho, convirtiéndose así en el primer miembro de su familia en ir a la universidad.

El aspirante a premier obtuvo su título de abogado en 1987 y pasó gran parte de su tiempo brindando asesoramiento legal gratuito a ciudadanos para defender sus intereses frente a grandes empresas como Shell o McDonald's. Sin embargo, su mayor logro en el mundo jurídico llegó en 2008, cuando Keir se convirtió en Director de la Fiscalía Pública y se puso al frente del Servicio de Fiscalía de la Corona, un trabajo de alto perfil por el que acabó siendo nombrado caballero en 2014. De hecho, Starmer se convirtió en el primer líder laborista en hacerse con el poder con el prefijo 'Sir' a su nombre.

De abogado a político: un nuevo desafío

Con apenas 11 años en la profesión, su salto a la política fue tardío, ya que no fue hasta sus 51 cuando se alzó como diputado. Al parecer, fue su amigo y vecino Ed Miliband, líder del Partido Laborista de 2010 a 2015, el quele convenció para dar el paso, y una vez dentro del partido, fue Jeremy Corbyn, líder de los laboristas de 2015 a 2019, el que le ayudó a subir puestos orgánicos.

Starmer fue un acérrimo opositor del Brexit, llegando incluso a reclamar un segundo referéndum para tratar de dar marcha atrás en la salida de los británicos de la Unión Europea. Después de la derrota laboralista de 2019, Keir recibió el liderazgo del partido con el objetivo de conducirlo hacia una posición más centrista y pragmática, alejándose de las políticas más abiertamente socialistas de Corbyn, como abolir las tasas de matrícula universitaria y nacionalizar las empresas de energía y agua.

Finalmente, en abril de 2020 Keir fue elegido líder del Partido Laborista. “Es el honor y el privilegio de mi vida. Haré todo lo posible para guiarnos en estos tiempos difíciles, para servir a todas nuestras comunidades y para luchar por el bien de nuestro país”, declaró el aspirante a primer ministro en su nombramiento.

De esta manera, y aunque los críticos hoy lo califican de "poco interesante y poco ambicioso", el Partido Laborista ha aumentado su popularidad bajo su liderazgo, y prueba de ello son los sondeos preelectorales que vaticinan una victoria clara de Starmer con una ventaja de más de 20 puntos sobre los conservadores; algo que, si no hay sorpresas, lo convertirá en el nuevo primer ministro de Reino Unido.