Fuerza aérea

Rumanía jubila los últimos cazas soviéticos MiG-21 de su flota

La Fuerza Aérea del país llegó a tener durante el comunismo unos 400 aviones. Ahora está formada por varios F-16 estadounidenses

Borcea (Romania), 15/05/2023.- A Romanian Air Force MiG-21 LanceR is watched by a ground crew as it taxis to its last take-off during a decommissioning ceremony on the 86th Air Base, in Borcea, 156 kilometers south-east from Bucharest, Romania, 15 May 2023. The ceremony at the 'Lieutenant Aviator Gheorghe Mociornita' Air Base was completed with a last flight of the Mig21 LanceR warplanes of Soviet production after which they will be taken out of service based on a decision of the Romanian Supreme Council of Defense. Romania opted for F16 aircrafts with which the Romanian Air Force will continue to perform the permanent Air Police Combat Service within the mission of the Reinforced Air Police under NATO command. Romania has firmed up plans to acquire the Lockheed Martin F-35 Lightning II Joint Strike Fighter, the Romanian Ministry of Defence being expected to submit a formal letter of request to the US government before the end of 2024. The Mikoyan-Gurevich MiG-21 (NATO name: Fishbed) is a supersonic jet fighter and interceptor aircraft, designed in the former Soviet Union and entered service in 1959. Romanian Air Forces modernized its MIG-21 fleet by using the services of Israeli company ELBIT for its upgraded version MIG-21 LanceR. The jet was the most-produced supersonic jet aircraft in aviation history, the most-produced combat aircraft since the Korean War and the longest production run of any combat aircraft (apart from US jet fighters F15 and F16). From 1994 to 2023, the Air Force has lost approximately 20 MiG21s in accidents. Romania needs 48 aircraft to carry out its air police missions alone and to fulfill the combat requirements, according to Romania's commitments upon joining NATO. (Rumanía, Bucarest) EFE/EPA/ROBERT GHEMENT
Uno de los últimos MiG-21 LanceR rumanosROBERT GHEMENTAgencia EFE

El ejército de Rumanía, un país miembro de la OTAN desde 2004, retiró este lunes de su flota, tras 60 años de servicios, los últimos aviones MiG-21 LanceR de producción soviética.

Entre los años 1991 y 2022 hubo una treintena de incidentes con estos MiG-21, el último en marzo de 2022 cuando un piloto murió al estrellarse su avión y otros siete al accidentarse un helicóptero de rescate, según el ministerio de Defensa rumano.

Rumanía, que llegó a tener durante el comunismo unos 400 aviones del tipo MiG, cuenta ahora con una flota de 17 F-16 estadounidenses, recién adquiridos a Portugal, y ha firmado un contrato con Noruega para la compra de otros 32 aparatos de ese tipo. El valor del contrato firmado con el gobierno noruego es de 388 millones de euros y el primer avión se entregará a finales de 2023.

Además, en abril pasado el Consejo Supremo de Defensa de Rumanía declaró su intención de adquirir de aquí al año 2030 un número no determinado de aviones de quinta generación F-35.

La decisión del citado organismo viene después de que la flota de los MiG permaneciera en tierra durante casi un mes después de una serie de incidentes, incluido el avión que se estrelló cerca de Constanta en marzo del año pasado.

La despedida del mítico avión soviético tuvo lugar en la base aérea General Emanoil Ionescu, donde se invitó al público a presenciar el último aterrizaje del caza.

Los aviones retirados se almacenarán y desmantelarán en la base aérea de Bacau, en el este del país balcánico. El número exacto de cazas MiG-21 LanceR que estaban en servicio con la Fuerza Aérea Rumana en 2022 es confidencial, pero estimaciones no oficiales indican que en marzo de 2022 el Ejército mantenía unos 30 aviones de este tipo.

El Ministerio de Defensa de Rumanía considera que los F-35 que comprará a EEUU permiten alcanzar y mantener la superioridad aérea, condición indispensable para asegurar la soberanía en el espacio aéreo nacional. Este caza de quinta generación está equipado con una amplia gama de sensores avanzados, capacidad de intercambiar información cifrada en tiempo real con plataformas aéreas y sistemas de defensa terrestres, y municiones inteligentes de precisión.

El F-35 se ha convertido en el avión preferido para muchos países miembros de la OTAN, incluida Noruega, que está haciendo la transición desde los actuales F-16.