Giro en Bruselas

La UE seduce a América Latina para reducir la influencia china

Los 27 intentan resucitar el tratado de libre comercio con Mercosur

El Alto Representante para la Política Exterior de la UE, Josep Borrell, en una imagen de archivo en Estrasburgo
El Alto Representante para la Política Exterior de la UE, Josep Borrell, en una imagen de archivo en EstrasburgoDPA vía Europa PressDPA vía Europa Press

Bruselas prepara la cumbre que tendrá lugar los próximos 17 y 18 de julio en Bruselas con los países de América Latina y el Caribe (CELAC). Un encuentro que, según el máximo representante de la diplomacia comunitaria, Josep Borrell, se trata de un «imperativo estratégico» ante el orden geopolítico actual. La última vez que se celebró una cita de estas características fue hace ocho años y, según fuentes diplomáticas, la propia celebración del encuentro ya es un éxito en sí mismo.

La creciente influencia de China en esa parte del mundo preocupa a la Comisión Europea que hoy ha presentado una nueva estrategia para la región basada en la puesta en marcha de un mecanismo de cooperación permanente de funcionarios que haga seguimiento de los acuerdos que se tomen en cumbres de alto nivel cada dos años. Según explican fuentes diplomáticas, se trata de crear los cauces necesarios para un diálogo permanente de cara a responder a las crisis que se presenten en el mundo, en un tablero internacional más agitado que nunca marcado por la invasión rusa y la guerra fría entre China y EE UU.

Por ejemplo, se podía haber convocado una reunión con estos países tras la invasión de Ucrania por parte de Rusia si existiera este formato, como una forma de que estos conocieran de primera mano cual iba a ser la respuesta europea y contrarrestar cualquier intento de propaganda rusa.

La otra parte de la estrategia de la Comisión Europea reside en promover el cierre de los acuerdos comerciales, con especial atención a Mercosur (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay), la joya de la corona. Aquí China también está jugando con maestría sus cartas y ha multiplicado sus inversiones en sectores estratégicos de Latinoamérica, hasta el punto de poner en marcha una nueva ruta de la seda.

Consciente de esto último, en los últimos meses, se han multiplicado los viajes de políticos europeos a la región. De hecho, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se desplazará la semana que viene a Brasil, Argentina, Chile y México. Von der Leyen indicó en un mensaje en redes sociales que Europa y América Latina son socios preferentes y confirmó su gira por Iberoamérica. «A veces, esta relación se ha dado por hecha o incluso se ha descuidado», reconoció Borrell.

Se espera que en la cumbre de julio se de luz verde a la creación de este mecanismo y se impulse el acuerdo de Mercosur. Se firmó entre las dos partes en 2019, pero su ratificación está pendiente por temores tanto de parte europea como al otro lado del Atlántico. Francia se opone por la situación de sus agricultores y ganaderos con esta liberalización comercial y en el otro lado del Atlántico también preocupan ciertas condiciones medioambientales que exige el club comunitario.

Una tarea complicada

No se trata de renegociar el acuerdo en su conjunto, pero si de pactar ciertas salvaguardas. Según explican fuentes diplomáticas, habrá una reunión presencial de los negociadores europeos y los de Mercosur a finales de junio y Bruselas confía en que la otra parte envíe un documento con su posición a mediados de este mes, para que los técnicos europeos tengan el suficiente tiempo de analizar el texto antes del encuentro.

Resucitar Mercosur no parece tarea fácil. En abril, la UE envió un documento adicional en el que aparece incluida la nueva normativa comunitaria en la que los Veintisiete cierran la puerta a las importaciones procedentes de zonas deforestadas y que incluyen el cacao, el café, la madera, el caucho, el aceite de palma, la carne de vacuno, el chocolate y la soja, entre otros productos.

«El documento adicional es extremadamente duro y difícil, crea una serie de barreras y abre la posibilidad de represalias y sanciones basadas en una legislación ambiental europea extremadamente rígida y compleja para su verificación. Esto nos puede traer enormes problemas», advirtió el ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Mauro Vieira.

Bruselas también quiere ratificar la modernización del acuerdo comercial entre la UE y México y finalizar los procesos para la firma del nuevo acuerdo comercial con Chile. La Comisión Europea ya tiene un acuerdo con este último país para el suministro de litio, materia prima imprescindible para las baterías del coche eléctrico y la lucha contra el cambio climático, pero quiere que esto sea sólo el principio y crear el Club Global de Materias Primas Críticas.

“Esta es un comisión geopolítica, una comisión que no ha dado la espalda al resto del mundo a pesar de la guerra en suelo europeo”, ha asegurado la comisaria de Partenariados Internacionales, Jutta Urpilaainen quien también recalcó que la UE y América Latina son “socios naturales “ y “socios de elección”. La presidencia española que comienza el 1 de julio se ha marcado como prioridad estrechar las relaciones con esta parte del mundo y cuenta con el apoyo del Ejecutivo comunitario.