Armamento

Suecia planea enviar a Ucrania un sistema antiaéreo de corto alcance alternativo a las baterías Patriot

Zelenski asegura que su país necesita al menos siete sistemas antiaéreos Patriot. Alemania lidera un programa para impulsar la transferencia de plataformas defensivas a Kiev

Una coalición de países OTAN que incluye a España acuerda la compra de 1.000 misiles Patriot
Una coalición de países OTAN que incluye a España acuerda la compra de misiles PatriotEuropa Press

Ucrania necesita más sistemas defensivos para repeler los crecientes ataques de Rusia, que en las últimas semanas ha demostrado su supremacía artillera con una serie de bombardeos sobre ciudades ucranianas. Este ha sido el eje de la reunión que los ministros de Exteriores y Defensa de los Estados miembros de la Unión Europea han mantenido esta mañana en Bruselas, donde están explorando formas de cooperación para suministrar más defensa antiaéreas a Ucrania, especialmente las baterías Patriot.

El presidente ucraniano Volodimir Zelenski ha asegurado que su ejército necesita al menos siete sistemas de misiles tierra-aire Patriot con los que actualmente cuentan Países Bajos, Rumanía, Alemania, Grecia o España y que están en el centro del debate después de que Kiev los haya reclamado tras la respuesta de Israel para repeler el ataque con 300 drones y misiles lanzado por Irán.

El titular de Defensa sueco, Pal Jonson, ha recalcado que su país apoya la iniciativa alemana y contribuirá económicamente, además de estudiar la opción de mandar a Ucrania el sistema antiaéreo portable RBS 70 de corto alcance, con capacidad de interceptación entre cinco y siete kilómetros de distancia y cobertura de altitud de hasta 4.000 metros. Está diseñado para el combate en todo tipo de climas y con poco o ningún apoyo de otras fuerzas, lo que hace que el RBS-70 se use en combinación con otro tipo de sistemas de misiles.

Suecia tiene cuatro sistemas Patriot, pero el ministro de Defensa dijo que su país no puede prometer el suministro de esta valiosa plataforma defensiva. "Estamos en una fase de desarrollo de nuestra propia defensa aérea. Hay muchos países que utilizan Patriot, Estados Unidos tiene importantes recursos allí", dijo en una entrevista a la tele sueca un día antes.

Las baterías Patriot y sus municiones pueden interceptar y derribar los misiles balísticos de Rusia y también alcanzar objetivos mucho más lejanos, entre 40 y 160 kilómetros, según el tipo de misil utilizado. Es, sin duda, una de las armas occidentales más sofisticadas que los aliados han entregado a Ucrania.

Alemania, por su parte, ha confirmado un pedido al fabricante Raytheon de 1.300 millones de euros para cuatro nuevos sistemas Patriot, en parte para reemplazar los dos enviados ya a Kiev, informa Politico. A principios de este mes, Alemania prometió un tercer sistema Patriot, mientras que el sábado Bloomberg informó que Berlín está considerando realizar otro pedido.

Los ministros de Asuntos Exteriores y de Defensa de Alemania lanzaron la semana pasada la iniciativa Acción Inmediata sobre Defensa Aérea (IAAD, por sus siglas en inglés) para ayudar a Ucrania. Además de los sistemas de misiles Patriot, la iniciativa de Berlín también cubre ha enviado otros sistemas de defensa aérea como SAMP/T, NASAMS, HAWK, IRIS-T o los S-300.

De lado de Letonia, el ministro de Defensa, Andrus Spruds, ha quitado algo el foco de las baterías Patriot, al señalar que son importantes pero se puede contribuir con otro tipo de sistemas de defensa antiaérea con los que Riga está dispuesta a ayudar. "Creo que tenemos más conciencia de la urgencia y es cuestión de mirar más a fondo en nuestros propios arsenales", ha dicho.

Su compañera de Exteriores, Baiba Braze, ha defendido que Europa tiene que dar un paso al frente en la ayuda que presta a Ucrania, independientemente del apoyo financiero de Washington. "Es un momento crucial y todos sabemos lo difícil que es la situación en el terreno. Si Europa tiene la ambición de gestionar conflictos en su continente este es el momento de demostrarlo", ha remachado.

A su llegada al encuentro conjunto de titulares de Exteriores y Defensa en Luxemburgo, el Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, ha puesto el foco en que todos los países del bloque "hagan lo que puedan" para reforzar las defensas antiaéreas de Ucrania, tanto con nuevas baterías como con lanzadores, munición e interceptores para nutrir los sistemas con los que cuenta el Ejército ucraniano. "Veremos qué pueden hacer los Estados miembros. En Bruselas no tenemos estos medios, son los Estados miembros los que los tienen", ha señalado el jefe de la diplomacia europea, indicando que espera pasos concretos de los ministros durante la reunión.

Los sistemas Patriot, vistos como las defensas antiaéreas más modernas y eficaces, están en el centro de las conversaciones en el seno de la UE después de que Alemania haya tomado el liderazgo en esta cuestión y pida "incentivar" que otros socios que no están ante una amenaza directa ofrezcan sus sistemas, tanto en la UE como en la OTAN.

Todos los ojos se ponen sobre España y Grecia

En todo caso, fuentes europeas no esperaban antes de la cita que la decisión sea inmediata, al tratarse de un costoso sistema de defensa, cada uno valorado en casi 1.000 millones, que resulta estratégico para la seguridad de los países y se tiene en pequeñas cantidades, aunque apuntaban a España y Grecia, con cuatro y cerca de una veintena de estos sistemas, respectivamente.

La ministra neerlandesa de Exteriores, Hanke Bruins, ha apuntado que Países Bajos estudia si puede suministrar más ayuda a Ucrania de su propios stocks, aunque ha reconocido que "será difícil" por lo que se ha abierto a buscar alternativas como sería comprar sistemas a terceros países para entregarlos a Ucrania. Su colega, titular de Defensa, Kajsa Ollongren, ha detallado que los Estados miembros están "uniendo fuerzas" y "explorando avenidas" para suministrar más defensas antiaéreas a Ucrania. "Necesitamos acciones, pero a veces se necesita hablar para tomar acciones, eso vamos a hacer", ha recalcado.

En la misma línea, el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, ha defendido que el país "siempre ha estado al lado de Ucrania en todo lo que ha necesitado" y ha puesto de relieve que en el transcurso de la guerra España ya ha entregado material antiaéreo y "va a hacer todo lo que esté en su mano" para que los ucranianos se defiendan, sin querer concretar ningún anuncio nuevo apuntando que no hay que dar demasiadas explicaciones por motivos de seguridad de "qué se da o por donde se da".

"Es urgente permitir a Ucrania reforzar su sistema de defensa e impedir que Rusia avance y se acerque a los países de la Unión Europea. Es nuestro deber moral, pero también es un deber que tenemos hacia nosotros mismos y también hacia el pueblo ucraniano", ha indicado la titular de Exteriores belga, Hadja Lahbib.

Para su homólogo lituano, Gabrielus Landsbergis, el apoyo liberado de 60.000 millones de dólares por el Congreso de Estados Unidos tras meses de parálisis "no puede pararnos de hacer lo que tenemos que hacer", asegurando que la UE debe dar pasos adelante en el suministro de defensas antiaéreas y apuntando que Lituania destinará asistencia específica que necesita Kiev.

Mientras que el ministro checo de Exteriores, Jan Lipavsky, ha puesto el foco en que el bloque europeo "haga todo lo que tiene en su imaginación" para hacer frente a la invasión rusa en Ucrania. "Es necesario tener una coalición para la defensa antiaérea. Tenemos que defender los cielos europeos para que Rusia no pueda destruir la infraestructura energética en Ucrania. Como Occidente tenemos que lograr esto, siempre podemos hacer más y tenemos que encontrar soluciones concretas", ha apelado.

Durante la reunión los titulares de Exteriores y Defensa de los 27 pasarán revista a la iniciativa checa que busca movilizar fondos para la adquisición de munición de artillería para Ucrania fuera de la UE. Según las últimas cifras de Praga, 200.000 cartuchos ya han sido adquiridos, mientras que se mantienen negociaciones para contratar otros 300.000 obuses, con la fecha de principios de junio como plazo de entrega, si bien lamentan la falta de compromiso con el fondo de parte de países importantes como Francia o España.