Escalada en el Mar Rojo

Sunak asegura que los bombardeos a los hutíes son: "limitados, proporcionados y en defensa propia"

El primer ministro británico asegura que la operación es de carácter defensivo y que contó con el apoyo de Países Bajos, Canadá y Baréin

El premier Rishi Sunak explicó este viernes que los aviones de la Royal Air Force (RAF) británica lanzaron “ataques dirigidos” contra posiciones de los rebeldes hutíes en Yemen en una acción “limitada, necesaria y proporcionada en defensa propia”. “Reino Unido siempre se alzará en defensa de la libertad de navegación y el libre flujo del comercio”, matizó en inquilino de Downing Street en referencia al ataque internacional liderado por Washington y Londres esta pasada noche contra más de 70 posiciones de los rebeldes hutíes de Yemen, en lo que ambos países describieron como una maniobra de carácter "defensivo" ante los ataques insurgentes de las últimas semanas contra el comercio en el mar Rojo.

El líder británico especificó que la acción se adoptó con "el apoyo no operacional" de Países Bajos, Canadá y Baréin, con la intención de "degradar las capacidades militares hutíes y proteger el transporte marítimo global".

Sunak acusó a los hutíes de haber llevado a cabo ataques desestabilizadores contra los cargueros que pasan por el Mar Rojo, tanto británicos como de otros países, lo que ha causado una gran perturbación y ha elevado los precios de las materias primas. "Pese a las repetidas advertencias de la comunidad internacional, los hutíes han seguido llevando a cabo ataques en el mar Rojo, incluido contra buques de guerra británicos y estadounidenses esta misma semana. Esto no puede continuar", dijo.

Reino Unido ha desplegado diversos buques de guerra en la zona. El HMS Diamond, un destructor tipo 45, ha sido enviado al Mar Rojo, y fue objeto de ataques hutíes el pasado día 9 de enero. Por su parte, la fragata HMS Lancaster, que ya se encontraba en Oriente Medio para participar en operaciones contra los narcotraficantes y traficantes de armas, ha sido enviada al golfo de Omán. Y la fragata HMS Richmond se unió la semana pasada para ofrecer soporte a los otros barcos. De momento, el Gobierno británico no prevé que vaya a haber más ataques "inmediatamente".

Por su parte, las autoridades de Estados Unidos han desvinculado este viernes los bombardeos ejecutados en las últimas horas de la operación 'Guardián de la Prosperidad', una coalición defensa integrada en estos momentos por 22 países y que opera en el Mar Rojo, el estrecho de Bab el Mandeb y el Golfo de Adén. La formación de esta coalición fue anunciada en noviembre de 2023. España se distanció posteriormente, a pesar de que Washington informó en un primer momento de que contaría con la participación de Madrid con el objetivo declarado de garantizar la libertad de navegación en esta zona.

La sombra de Irán

Un alto cargo de la Administración estadounidense ha incidido en que "Irán es uno de los principales, si no el principal, respaldo de los hutíes" y ha manifestado que "Irán ha estado implicado a nivel operativo en la ejecución de los ataques" en el mar Rojo. "Dan información e Inteligencia a los hutíes. Han dado a los hutíes las capacidades que han usado para llevar a cabo los ataques, así que creemos que han estado implicados en todas las fases", ha argüido.

Tras los bombardeos -que se han saldado con al menos cinco muertes- los rebeldes hutíes han afirmado este viernes que "todos los intereses" de Estados Unidos y Reino Unido "se han convertido en objetivos legítimos". El Consejo Político Supremo de los hutíes --instaurado en Yemen tras tomar la capital en 2015-- ha destacado en un comunicado que "son una agresión ilegal e injustificada que viola todas las leyes internacionales" y "suponen una verdadera amenaza a la paz y la seguridad internacional", al tiempo que ha manifestado que "expone a la región a verdaderos peligros, cuyas consecuencias recaen en los estadounidenses, los británicos y los sionistas".

Los bombardeos de las últimas horas han vuelto a poner de manifiesto las tensiones existentes entre la comunidad occidental y el mundo musulmán que, como mínimo, ha observado con enorme preocupación cuando no rechazo esta operación que se ha desarrollado con la guerra entre Israel y Hamás como telón de fondo.

La campaña de la insurgencia hutí contra el tránsito comercial por el mar Rojo comenzó como un acto de solidaridad con la causa palestina tras el estallido de la guerra, el pasado 7 de octubre, pero coincidió además con un momento enormemente importante para la situación interna en Yemen: el anuncio de la reanudación, a finales del año pasado, del proceso de paz con los primeros pasos para la confección de una nueva hoja de ruta para poner fin a casi una década de guerra civil que ha devastado el país.

Durante el último año y medio, Yemen ha vivido en medio de una disminución de la violencia después de una tregua que finalizó formalmente en octubre de 2022, si bien sus términos se han mantenido en gran medida hasta ahora, incluso sin un acuerdo formal entre la insurgencia hutí y el Ejército yemení, las partes en conflicto.

Se trataba, cabe matizar, de una tregua acompañada de un histórico intercambio de prisioneros y alentada por el acercamiento entre Irán y Arabia Saudí, aliados respectivos de hutíes y Gobierno yemení que, no obstante, en modo alguno podía ser considerada como un paso previo a una posible negociación de paz en firme como la anunciada el 23 de diciembre.

No obstante, los recientes ataques hutíes contra los barcos que navegan en el Mar Rojo, en solidaridad con la causa palestina durante la guerra entre Hamás e Israel, y la consiguiente reacción de Londres y Washington amagan con provocar un nuevo colapso del conflicto, meses después de escaramuzas y violencia en algunos puntos del país.

En este contexto, los dos grandes actores internacionales de la guerra civil yemení han protagonizado algunas de las primeras reacciones a los ataques de Reino Unido y EE UU. Arabia Saudí llamó inmediatamente a la contención aun reconociendo la importancia de mantener la seguridad en la ruta del Mar Rojo. Más contundente se mostró Irán, que denunció los bombardeos como una "clara violación de la soberanía e integridad territorial de Yemen" que "alimentará la inestabilidad en la región".

Jordania se ha sumado inmediatamente a las críticas al esgrimir, en palabras de su ministro de Exteriores, Ayman al Safadi, que la escalada de ataques en el Mar Rojo son consecuencia de la política israelí, una que "empuja a toda la región hacia más conflicto, tensión y guerra" por su ofensiva contra la Franja de Gaza.