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Tiananmen: el mundo no olvida

Hong Kong centra los homenajes a las víctimas de la masacre en el 30 aniversario

Una multitudinaria vigilia en el parque Victoria de Hong Kong en recuerdo de las víctimas de Tiananmen
Una multitudinaria vigilia en el parque Victoria de Hong Kong en recuerdo de las víctimas de Tiananmenlarazon

Hong Kong y cientos de ciudades de todo el mundo recuerdan la masacre de Tiananmen en el 30 aniversario. Las autoridades chinas mantienen un férreo control de seguridad en la plaza y la oposición

Tiananmen permanece impertérrita. La icónica plaza que hace 30 años amanecía repleta de tanques y de la sangre de aquellos estudiantes que perdieron la vida a manos de los cuerpos de seguridad chinos, ayer era puro silencio. Tiananmen parece no tener memoria o, mejor dicho, no le dejan tenerla y, como ya viene sucediendo desde aquella trágica fecha, el operativo de seguridad especial y los policías apostados en los aledaños de la plaza no dejaban a nadie sin identificar.Su objetivo: evitar a toda costa cualquier intento de honrar a los que cayeron en aquel lugar el 4 de junio de 1989 y, con ello, borrar aquellos fatídicos hechos de la memoria colectiva.

Mientras la maquinaria de Pekín se activaba para evitar cualquier mención de la tragedia, en Hong Kong más de 180.000 personas se daban cita en el parque Victoria en una emocionante vigilia para conmemorar aquel suceso y no dejarlo caer en el olvido. Vela en mano, los ciudadanos de la única ciudad china en la que está permitido recordar públicamente los hechos, se mostraban convencidos de que la respuesta de las autoridades chinas fue un error y de que, desde entonces, nada ha cambiado. “No es solo importante por no olvidar lo que pasó, sino también por lo que significa: democracia y libertad. En nuestro caso, China quiere controlar cada vez más Hong Kong, pero nosotros solo queremos libertad”, afirmó Eric Hui, de 55 años.

Lo cierto es que el control ejercido por China sobre su población ha crecido y se ha optimizado en los últimos años gracias, entre otras cosas, al uso de las nuevas tecnologías. La inversión en seguridad interna supera a la de Defensa y los resultados de esa apuesta se podían comprobar ayer. Además de los controles a pie de calle o de las vacaciones forzadas para los disidentes a kilómetros de Pekín, la red china trabajó ayer a toda máquina para borrar cualquier referencia del “incidente del 4 de junio”, como se conoce en China a este suceso.

Las vías más tradicionales también se pusieron en marcha y tacharon de ataques “malintencionados” las declaraciones del día anterior del secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, en las que rendía homenaje a “los héroes del pueblo chino que se rebelaron valientemente hace 30 años”. Las autoridades chinas condenaron su grave “injerencia en los asuntos internos chinos”.

No obstante, tanto dentro como fuera del país los hechos permanecen imborrables en la memoria de los que lo vivieron en sus carnes. Las Madres de Tiananmen, que perdieron a sus hijos aquel día, publicaron una carta abierta antes del aniversario en la que decían que “han pasado 30 años, pero aún debemos obtener justicia por vosotros y permitiros descansar en paz. Por esto sentimos una culpa tremenda”.

Mientras, la presidenta de Taiwán, Tsai Ing Wen, aprovechaba la ocasión para mostrar el contraste entre su gobierno elegido democráticamente y el sistema comunista autoritario de China y pedía a sus ciudadanos calma porque Taiwán, donde algunos de los que participaron entonces viven en el exilio, “se adherirá por completo a la democracia y a la libertad, independientemente de las amenazas”.

Taipei no fue la única ciudad en recordar la masacre. También hubo concentraciones importantes en Manila y otros puntos de Europa y Estados Unidos.

La ONU calla

En el día del aniversario, fue significativo el silencio de la ONU, que evitó este pronunciarse. Preguntados repetidamente durante sus conferencias de prensa diarias, los portavoces del secretario general de la ONU, António Guterres, y de la presidenta de la Asamblea General de Naciones Unidas, María Fernanda Espinosa, prefirieron no hacer comentarios concretos sobre el aniversario.

El portavoz de Guterres, Stéphane Dujarric, se limitó a apuntar que Naciones Unidas recuerda constantemente a fuerzas de seguridad y gobiernos que no deben usar fuerza excesiva ante manifestaciones civiles, un llamamiento que acababa de hacer en el caso actual de Sudán.

Preguntado por los periodistas sobre si Guterres condena la represión de las protestas registradas en Pekín en 1989, Dujarric señaló que no tenía nada más que decir. En una línea parecida, la portavoz de Espinosa, Monica Grayley, subrayó que la matanza de Tiananmen no es algo que haya sucedido durante el mandato de la diplomática ecuatoriana e insistió en que no tenía “nada que añadir a lo dicho”.

En los últimos años, varias organizaciones de derechos humanos han acusado a la ONU de hacer la vista gorda ante supuestas violaciones de derechos en China, uno de los países con más poder en la organización. Pekín es miembro permanente del Consejo de Seguridad, un miembro habitual del Consejo de Derechos Humanos y un importante contribuyente financiero a Naciones Unidas.

Mientras, la vicepresidenta y alta representante de Política Exterior de la Unión Europea, Federica Mogherini, condenó el episodio y pidió a Pekín que asuma responsabilidades y respete a aquellos que quieran recordar la fecha, informa Efe.