Extremismo
La ultraderecha alemana prosigue su ascenso tras ganar su primera alcaldía en el este
Los últimos sondeos colocan a Alternativa para Alemania como el segundo partido tras los democristianos de la CDU
El auge electoral de la formación ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD). Tim Lochner, un carpintero de 53 años, se impuso con el 38,5% de los votos en una segunda vuelta muy reñida en Pirna (Sajonia), un municipio de unos 40.000 habitantes situado cerca de Dresde y de la frontera con República Checa.
Por detrás de Lochner, un independiente que no milita en la AfD, quedaron la candidata de la Unión Cristianodemócrata (CDU), Kathrin Dollinger-Knuth, con el 31,4% de los votos, y el aspirante de los Votantes Libres ("Freie Wähler"), Ralf Thiele, con el 30% de los apoyos
El nuevo alcalde ya se presentó a las elecciones a la alcaldía en 2017, pero fracasó claramente frente al anterior titular, Klaus-Peter Hanke (independiente), que no volvió a presentarse a los comicios actuales por razones de edad. En sus primeras declaraciones, Lochner aseguró que asume los siete años de mandato "con calma y serenidad".
La victoria se produce pocos días después de que la agencia de inteligencia alemana calificara a la AfD de Sajonia de organización extremista "confirmada", citando su retórica antiinmigración y sus esfuerzos por socavar la democracia. Previamente, las organizaciones del partido ultra de Turingia y Sajoni-Anhalt también fueron sometidas a vigilancia por los servicios de inteligencia interiores por su extremismo.
El triunfo es la última de una serie de éxitos de la AfD, creada en 2013 como un grupo antieuropeo contrario a los rescates al sur de Europa, antes de aprovechar la ira por la llegada de un millón de refugiados en 2015.
El partido consiguió en junio su primer cargo de administrador de distrito en otro antiguo estado de Alemania Oriental, Turingia, y en julio su primer alcalde de ciudad en la vecina Sajonia-Anhalt. Hasta ahora, AfD se había quedado a punto de lograr una alcaldía en otras ciudades del Este de Alemania, pero hasta este domingo en Pirna no lo había conseguido.
A nivel nacional, los últimos sondeos de opinión sitúan al partido en el 22%, sólo por detrás del principal partido de la oposición, la conservadora CDU. Relegados a tercera posición quedarían los socialdemócratas del canciller Olaf Scholz, desgastados por el aumento de precios y las divisiones de la coalición con verdes y liberales (FDP). El SPD caería hasta el 14% de intención de voto, más de diez puntos por debajo del 25,7% que logró en las elecciones federales de 2021.
El apoyo de la AfD es especialmente fuerte en la antigua Alemania del Este, donde ronda el 32%, según una encuesta reciente encargada por la revista Der Spiegel. Un auge que se sometará a lass urnas el próximo año, cuando están previstas elecciones regionales en Turingia, Sajonia y Brandeburgo. La extrema derecha ya fue la más votada en los primeros estados federales en las federales de 2021.
La copresidenta nacional de AfD, Alice Weidel, ha felicitado a Lochner en sus redes sociales y ha dado las gracias a los electores por “hacer posible este resultado histórico” para el partido, que ha sabido rentabilizar el disgusto de los alemanes con el Gobierno de Berlín, dejando en un segundo plano sus divisiones internas.
Mientras, a través de X (antiguo Twitter), Los Verdes de Sajonia se mostraron "consternados por la elección de un alcalde de un partido que la semana pasada fue catalogado como extremista".
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