Moscú

Un tiroteo en una escuela de Moscú causa dos muertos

Tomó como rehenes a 20 estudiantes y un profesor

La Policía evacua a los niños de la escuela
La Policía evacua a los niños de la escuelalarazon

Un alumno de quinto grado mató ayer a su profesor de Geografía y a un policía en la escuela de secundaria número 263, al Norte de Moscú, en el barrio de Otradnoe.

Un alumno de quinto grado mató ayer a su profesor de Geografía y a un policía en la escuela de secundaria número 263, al Norte de Moscú, en el barrio de Otradnoe. Un incidente que ocurre en una semana en que Rusia es centro de atención mundial, a sólo tres días del comienzo de los Juegos Olímpicos de Invierno. Se trata del primer caso de tiroteo con víctimas mortales dentro de un centro educativo que se haya registrado en el país. El estudiante, Sergei, entró al instituto armado con un rifle, una pistola y un machete, exigiendo a gritos ver a su profesor. El asaltante acabó también con la vida de un policía cuando éste trataba de reducirle. Otro resultó gravemente herido durante el transcurso de la operación, aunque su vida no corre peligro. Sergei tomó a 24 de alumnos como rehenes durante algunas horas. Según el Ministerio de Interior, el asaltante fue finalmente reducido, evitando heridos entre los alumnos retenidos. Acorde a la legislación rusa, al tener los 16 años ya cumplidos, Sergei, al que se sometió ayer a una revisión psiquiátrica tras su detención, se enfrenta a cargos penales como un adulto, incluida la cadena perpetua. El padre, pese a jugar un papel clave en la resolución del asalto al convencer a su hijo para entregarse, ha sido acusado como responsable indirecto, por un delito de almacenamiento negligente de armas.

El profesor de Geografía fallecido en el asalto, Andrei Kirilov, de 29 años y que deja mujer y un hijo, ha sido propuesto por el Ministerio de Educación para la Medalla al Valor a título póstumo pues, según el informe policial, su intervención durante el asalto salvó la vida de varios estudiantes. Los profesores del centro comentaron que Sergei era un estudiante brillante, el mejor de su clase, de carácter amable aunque reservado. "Sus compañeros y su maestro tutor afirman que no tenía conflictos con otros alumnos. Lo más probable es que haya sufrido un arrebato emocional", declaró a la prensa el portavoz de la Fiscalía General, Vladímir Markin. Otra versión de los hechos apunta a que el origen del arrebato pudo ser el despecho por una calificación académica. Se da la circunstancia de que dos alumnos de ese mismo instituto, el 263 de Moscú, asesinaron en 2004 a un compañero para robarle un teléfono móvil.

Desde los dos atentados de diciembre en Volgogrado que dejaron 35 fallecidos, Rusia ha multiplicado las medidas de seguridad, no sólo Sochi, sede olímpica, sino también en la capital y en San Petersburgo. "Esto no tiene nada que ver con los Juegos Olímpicos y las medidas de seguridad. Evitar este tipo de incidentes es prácticamente imposible", comentó Sergei Grinin, presidente de la ONG rusa 'Seguridad Ciudadana', en declaraciones a Kommersant. El alcalde de Moscú, Sergei Sobyanin, anunció la revisión del sistema de seguridad de todas las escuelas de la ciudad tras el ataque. Por su parte, el presidente Vladimir Putin participó ayer en una inauguración de arte y en su discurso mencionó colateralmente la tragedia en el colegio: "Si hubiéramos educado correctamente a la nueva generación, entonces, tal vez, no sucederían tragedias como la de hoy Moscú de hoy".