Historia

El único país del mundo que pudo atacar a Estados Unidos y no recibió respuesta

Las guerras y conflictos acompañan la historia del país norteamericano desde su independencia hace casi 250 años

Desde la independencia de Estados Unidos, muchas han sido las guerras y conflictos que han salpicado al país norteamericano y acompañan a su historia
Desde la independencia de Estados Unidos, muchas han sido las guerras y conflictos que han salpicado al país norteamericano y acompañan a su historiaDreamstime

Estados Unidos, también conocido por ser la primera potencia militar y económica del mundo, posee un legado en las que las guerras y conflictos han estado casi siempre presentes en sus casi 250 años de historia. Desde su independencia, numerosas contiendas contra imperios como el británico o la Monarquía Británica, así como su presencia en la Primera y Segunda Guerra Mundial, han marcado el devenir del planeta y la geopolítica mundial que hoy en día conocemos. Y en verdad, prácticamente cualquier territorio que se ha atrevido a atacar a EEUU ha recibido contraataque. Todos menos uno, siendo el único país en el mundo en lanzar un ataque y no recibir respuesta.

Se trata de Israel, en un suceso ocurrido en 1967 después de que atacara "por error" el USS Liberty, un buque estadounidense que se encontraba próximo a la frontera con Egipto. Se trataba de un barco clase Belmont usado para investigación técnica, y había sido botado en 1945, poco antes del final de la Segunda Guerra Mundial.

Si bien en un principio era usado como una embarcación mercante civil, a finales de la década de los sesenta del siglo pasado fue adquirido por la US Navy y poco a poco modernizado con una inversión de varios millones de dólares. Así, fue asignado en 1965 con la intención de hacer frente a la amenaza de la URSS, aunque su "nueva vida" no le duró mucho por el minúsculo pero letal accidente causado por las tropas israelíes.

Por qué Israel es el único país del mundo que ha atacado a Estados Unidos y no ha recibido represalias ni un ataque como respuesta

El acontecimiento ocurrió durante la "Guerra de los Seis Días" entre las fuerzas árabes e israelíes. Varios cazas de la Fuerza Aérea Israelí avistaron el buque, en ese momento cercano a la península del Sinaí, y no duraron en atacar, pensando que podría ser una embarcación egipcia. Vieron la bandera de EEUU que se encontraba sobre el USS Liberty pero ya era demasiado tarde, y habían cometido el error de bombardear el barco.

Según se hizo público tiempo después en una investigación llevada a cabo por Chicago Tribune, la IAF envió dos aviones de combate Mirage III una vez que tuvo conocimiento de la presencia de un buque que no era israelí. El teniente coronel en aquel entonces, Shmuel Kislev, autorizó el ataque con cañones y cohetes que salieron con fuerza desde las aeronaves.

Después, la Armada israelí envío otros dos helicópteros Hornet para buscar supervivientes, momento en el que se detuvo el ataque y los tripulantes pudieron izar la bandera norteamericana, para dar cuenta que no eran enemigos. Las órdenes para detener los ataques no llegaron antes de que varias ametralladores lanzaran ráfagas y otros tantos torpedos se lanzaran sobre el buque.

Aquel ataque dejó 34 muertos y 173 heridos, y pese a la terrible ofensiva, el Estado hebreo, que siempre defendió que se trataba de un error y pidió perdón, jamás recibió ninguna represalia como respuesta por parte de Estados Unidos. Sin embargo, los gobiernos de ambos países realizaron investigaciones y emitieron informes acerca de lo que había ocurrido, pero ambos coincidieron en que el ataque fue un error humano debido a la confusión israelí y la tensión que se vivía entonces en Oriente Medio.

Más de cincuenta años después, el tema siempre ha sido rechazado en el Congreso de Estados Unidos, pese a la insistencia de los supervivientes (que decidieron abandonar el Ejército de EEUU) y testimonios presentados acerca del suceso. Por otro lado, Israel se ofreció a indemnizar a la víctimas y a sus familiares a los pocos días después del ataque, y así, pagó en una década más de 12 millones de dólares por los daños personales a las familias de heridos y fallecidos y también por daños materiales.