Brasil
Uno de los jueces da un balón de oxígeno a Bolsonaro al absolverle del intento de golpe de Estado
Es el primer voto disidente desde que comenzó la fase final del proceso judicial y proporciona argumentos al ex presidente brasileño para una apelación tras el veredicto definitivo
Un juez del Supremo Tribunal Federal de Brasil votó el miércoles a favor de absolver al expresidente Jair Bolsonaro de todos los cargos en su presunto juicio por intento de golpe, en el primer voto disidente desde que comenzó la fase final del proceso judicial. La decisión dio un respiro al líder ultraderechista y argumentos potenciales a su defensa para una apelación tras el veredicto definitivo.
El exmandatario de 70 años enfrenta a un panel de cinco jueces que comenzó a votar el martes sobre las acusaciones de que intentó aferrarse ilegalmente al poder tras su derrota electoral de 2022 frente al actual presidente Luiz Inácio Lula da Silva. Dos jueces ya habían votado por condenarlo.
La Fiscalía acusó a Bolsonaro de cinco cargos: intento de golpe de Estado, pertenencia a organización criminal armada, intento de abolición violenta del Estado democrático de derecho, daños caracterizados por violencia y grave amenaza contra bienes del Estado, y deterioro del patrimonio protegido.
Pese al voto del miércoles del juez Luiz Fux, el exlíder aún podría ser hallado culpable en los próximos días, con dos magistrados pendientes de votar y una mayoría simple de tres suficiente para condenar.
Se espera que los dos jueces restantes emitan sus votos el jueves y el viernes, tras extensas intervenciones.
El tercer voto
El juez Fux abrió la disidencia el miércoles en total desacuerdo con el juez Alexandre de Moraes, relator del caso, y el juez Flávio Dino, quienes ya habían votado.
“Nadie puede ser castigado por la mera cogitación”, dijo Fux. “Un golpe de Estado no resulta de actos aislados o manifestaciones individuales sin coordinación, sino de las acciones de grupos organizados, dotados de recursos y capacidad estratégica para confrontar y sustituir al poder constituido”.
El magistrado desestimó las otras cuatro acusaciones y repitió en su voto varios argumentos usados por la defensa de Bolsonaro, incluidas comparaciones entre los disturbios en Brasilia el 8 de enero de 2023 y las protestas del grupo anarquista Black Bloc en 2013.
“Para que los hechos sean considerados delitos, deben encajar en la letra de la ley penal como un guante a la mano”, dijo Fux, quien anteriormente había votado por condenar a decenas de bolsonaristas implicados en los disturbios.
Fux coincidió con los abogados de Bolsonaro en varios puntos. Sostuvo que el caso debía ser juzgado por un tribunal inferior, argumentó que la defensa del expresidente no tuvo tiempo suficiente para prepararse y dijo que el exdirector de la Agencia Brasileña de Inteligencia, Alexandre Ramagem, no debía ser juzgado.
“Me siento reivindicado”, declaró el abogado de Bolsonaro, Celso Vilardi, a periodistas durante la votación de Fux, que comenzó a las 9 de la mañana hora local y se extendió hasta la noche mientras el juez decidía sobre el futuro de otros acusados.
Implicaciones a largo plazo
El histórico juicio por intento de golpe tendrá repercusiones en las elecciones generales del próximo año y más allá.
Si es condenado, Bolsonaro enfrentará una mayor presión para designar a un heredero político que probablemente se enfrente a Lula en las elecciones. Una condena también podría empujar a legisladores aliados a buscar algún tipo de amnistía para él a través del Congreso.
En 2023, el Tribunal Superior Electoral de Brasil ya había inhabilitado a Bolsonaro para competir en elecciones hasta 2030 por abuso de poder.
Fux también votó por que el Supremo archive el caso, alegando que no es de su competencia. Eso aumenta las posibilidades de éxito del exmandatario en una apelación y le abre la posibilidad de capitalizar políticamente con sus seguidores.
Un voto polarizador
Las decisiones de Fux generaron una avalancha de reacciones en redes sociales, con aliados del expresidente diciendo que el magistrado está “honrando la toga”, y detractores acusándolo de ser un “partidario del golpe”.
Jason Miller, aliado de Donald Trump, escribió en la red social X que Fux “está destrozando completamente” a De Moraes con su voto.
“Las acusaciones contra el presidente Bolsonaro son fraudulentas e inconstitucionales”, escribió Miller. Sus comentarios fueron compartidos por Eduardo Bolsonaro, diputado e hijo del exmandatario, quien reside en EE.UU. y ha defendido sanciones contra De Moraes.
La administración Trump sancionó a De Moraes en julio, citando una ley normalmente usada contra violadores de derechos humanos.
El juicio de Bolsonaro volvió a atraer la atención después de que el presidente de EE.UU., Donald Trump, vinculó un arancel del 50% a las importaciones brasileñas con la situación legal de su aliado, calificándola de “cacería de brujas”. Observadores señalan que Washington podría anunciar nuevas sanciones contra Brasil tras el juicio, lo que tensaría aún más sus frágiles relaciones diplomáticas.
El diputado Lindbergh Farias, líder del Partido de los Trabajadores de Lula en la Cámara Baja, también recurrió a las redes sociales para criticar el fallo de Fux.
“Fux está haciendo más que (el abogado de Bolsonaro) Celso Vilardi”, dijo Farias, quien también lo criticó por condenar al colaborador Mauro Cid, exayudante de campo que incriminó al expresidente en sus declaraciones.
“¡El mayordomo tiene la culpa! Fux está condenando al ayudante y absolviendo al que da las órdenes”, ironizó el legislador izquierdista.
La sentencia final de Bolsonaro se anunciará una vez que todos los miembros del panel voten. Sus abogados probablemente intentarán apelar ante el pleno del Supremo, compuesto por 11 jueces, lo que ahora es más factible tras el fallo de Fux.