Rusia
La viuda de Navalni anuncia que toma el testigo para seguir en la lucha contra el Kremlin
Yulia Navalnaya acusa directamente a Vladimir Putin de la muerte de su marido
Los ministros de Exteriores de la Unión Europea han recibido en la capital comunitaria a una invitada muy especial: la viuda de Alexei Navalni. Antes de participar en la reunión de los Veintisiete, Yulia Navalnaya, ha vuelto a culpar a Vladimir Putin de haber asesinado a su marido y ha pedido a los seguidores del disidente, que permanecía encerrado en una prisión en el Ártico, que se unan a su “rabia”.
En un mensaje de nueve minutos distribuido a través de las redes sociales, la viuda se ha comprometido a coger el testigo de su marido para que sea posible que Rusia tenga un verdadero régimen democrático. “Quiero vivir en una Rusia libre, quiero construir una Rusia libre”, ha asegurado la mujer de Navalni con el que formaba una familia de dos hijos.
“Al matar a Alexéi, Putin mató a la mitad de mí: la mitad de mi corazón y la mitad de mi alma”, ha asegurado Navlanaya para después recordar “pero todavía tengo la otra mitad y me dice que no tengo derecho a rendirme. Continuaré el trabajo de Alexéi Navalani; seguiré luchando por nuestro país”. Unas palabras especialmente significativas ya que Vladimir Putin se prepara para revalidar su mandato el próximo mes de marzo, sin que la oposición democrática tenga prácticamente ninguna opción de desalojarlo del poder. El Kremlin ha negado estar detrás del asesinato de Navalni, pero desde que anunció su muerte el pasado viernes de manera repentina tras dar un paseo, no ha entregado el cuerpo a la familia. Esto ha llevado a la viuda a culpar a Moscú de haber envenenado a su marido con el agente nervioso Novichok y de estar utilizando este tiempo para ocultar las pruebas. La viuda ha participado en la reunión de los ministros de Exteriores a puerta cerrada. Según fuentes diplomáticas, ha leído con gran entereza un discurso en el que ha repetido muchas de las ideas presentes en el video difundido por las redes sociales.
La policía alemana ya encontró rastros de Novichok en 2020 cuando el disidente intentó ser envenenado por primera vez. Se trata de un agente nervioso desarrollado por la antigua Unión Soviética en los años 70 y 80 y cuyos efectos son más tóxicos que el gas sarín, lo que hace imposible protegerse de sus efectos con una máscara de gas. Ahora mismo en Washington y en Bruselas nadie tiene ninguna duda de que Putin haya sido el responsable de asesinar Navalni. El máximo representante de la diplomacia comunitaria, Josep Borrell, ha prometido que el mandatario ruso tendrá que dar cuentas por esta muerte y ha anunciado que el régimen de sanciones europeo por no respetar los Derechos Humanos llevará el nombre del opositor a partir de ahora.
“Para honrar su memoria propondré a los ministros poner su nombre a nuestro régimen de sanciones sobre derechos humanos, para que su nombre esté escrito para siempre en el trabajo de la Unión Europea de defensa de los derechos humanos”, ha explicado.
Borrell ha sido más cauteloso a la hora de abordar una nueva ronda de sanciones en relación a este asesinato y fuentes diplomáticas reconocen fuera de micrófono la dificultad de medidas de calado. Por el momento, los países europeos han pactado 12 paquetes de sanciones tras la invasión a Ucrania y están perfilando una más contra empresas chinas acusadas de ayudar a Rusia a evadir los actuales castigos. Se espera que la luz verde pueda llegar esta semana.
La muerte de Navalni ,el opositor más carismático contra Putin que llevaba encerrado en una prisión de máxima seguridad en Siberia por una condena de 19 años, coincide con un momento de malas noticias en el frente de batalla ucraniano y las dudas sobre si una eventual victoria de Donald Trump en las próximas elecciones de noviembre en EE UU hará que los europeos tengan que asumir en solitario la ayuda a Kiev, teniendo en cuenta que el bloqueo en el Congreso de EE UU ya está dificultando el transcurso de la contienda.
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, pidió este fin de semana en la Conferencia de Seguridad de Munich, más armas y culpó a la lentitud de los aliados de los envíos de munición la decisión del ejército ucraniano de retirarse de Avdiivka.
El ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares, ha pedido a Rusia que aclare el deceso de Navalni “lo antes posible” y ha asegurado que se trata de “una muerte injustificada que nunca debió haberse producido”. Fuentes diplomáticas han explicado que el ministerio de Exteriores ya ha llamado a consultas al embajador ruso en España , Yuri Klimenko.
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