Menopausia
Edgar Barrionuevo, experto en menopausia: “No es que estés haciendo algo mal, es que tu cuerpo ha cambiado de etapa”
La menopausia transforma el cuerpo femenino: así impactan los cambios hormonales en la hinchazón abdominal y el aumento de peso
Numerosas mujeres se enfrentan a la perimenopausia, una etapa de la vida que a menudo les provoca confusión y frustración ante los cambios físicos y anímicos que experimentan. Con frecuencia, durante este periodo, surge la sensación de no estar actuando correctamente o de estar cometiendo algún error en su estilo de vida, especialmente por la dificultad para mantener un peso adecuado o gestionar el bienestar general.
No obstante, esta percepción se distancia a menudo de la realidad fisiológica del organismo. En este sentido, el experto en menopausia, Edgar Barrionuevo, ofrece una perspectiva clara y, según sus propias palabras, liberadora al afirmar: "No es que estés haciendo algo mal, es que tu cuerpo ha cambiado de etapa". Este mensaje es fundamental para comprender que los síntomas son, en efecto, una respuesta natural a una transición corporal.
Este planteamiento es el eje central para entender por qué se producen estos cambios. El artículo desglosará las razones detrás de estas modificaciones y, ante todo, presentará un abanico de estrategias informadas y proactivas para afrontar esta nueva fase vital con conocimiento y preparación.
Entendiendo los cambios de la perimenopausia
Durante este período, el organismo experimenta una reorganización hormonal, donde los niveles de estrógenos, progesterona y DHEA descienden. Desde Elle informan que este desequilibrio no solo altera la distribución de la grasa corporal y la salud digestiva, sino que también incide directamente en la sensibilidad a la insulina y la composición de la microbiota intestinal. La disminución de estas hormonas contribuye, además, a la acumulación de grasa visceral, así como a alteraciones del sueño, una desregulación del apetito y la molesta hinchazón abdominal.
Estos cambios fisiológicos pueden también desencadenar o agravar problemas digestivos preexistentes, como el Síndrome del Intestino Delgado con Sobrecrecimiento Bacteriano (SIBO) y desequilibrios en la flora intestinal, confirmando que son procesos inherentes a esta nueva etapa.
Por ello, para abordar de forma efectiva estos síntomas, se recomienda comenzar con un diagnóstico preciso. Esto implica la realización de un panel hormonal completo y pruebas digestivas específicas, lo que permite un enfoque personalizado y adaptado a las necesidades individuales de cada mujer.
En este sentido, las estrategias de estilo de vida resultan cruciales. La alimentación debe centrarse en opciones antiinflamatorias, ricas en fibra y proteína de calidad, evitando los ultraprocesados, azúcares y harinas refinadas. El ejercicio de fuerza es vital para mantener la masa muscular y mejorar el metabolismo hormonal, complementado con actividades como el yoga. Por otra parte, el ayuno intermitente moderado (de 12 a 14 horas) puede regular la insulina, reducir la inflamación y proporcionar descanso intestinal, siempre que no incremente los niveles de estrés. Adicionalmente, el uso de suplementos personalizados, como probióticos o enzimas digestivas, debe basarse en los síntomas y analíticas, con especial precaución en casos de SIBO.
En definitiva, la perimenopausia no es una batalla personal resultante de "hacer algo mal", sino una transición fisiológica natural. Con el conocimiento adecuado y la implementación de estrategias correctas en diagnóstico, nutrición y ejercicio, las mujeres pueden manejar con éxito los síntomas, mejorar su calidad de vida y adaptarse plenamente a esta nueva etapa de su cuerpo.