Moda

Genoveva Casanova: «No sé si me volveré a casar de blanco»

De izda. a dcha., Alberto Palatchi, Marta Palatchi, Genoveva Casanova, Susana Gallardo y Alberto Palatchi Jr.
De izda. a dcha., Alberto Palatchi, Marta Palatchi, Genoveva Casanova, Susana Gallardo y Alberto Palatchi Jr.larazon

La pareja de José María Michavila presentó la nueva tienda casa palacio de Pronovias en Sevilla.

Pronovias abre una casa palacio en el corazón de Sevilla, en la calle Cuna, donde están los palacios de los Lebrija o el de los Marqueses de la Motilla, para que las novias se sientan como princesas por un día o dos, porque la encargada de amadrinar los 516 metros cuadrados repartidos en cuatro plantas con sus torres como almenas ha sido Genoveva Casanova, que no descarta volver a casarse y ser vestida de novia otra vez por la firma, que es quien lo hizo en su boda con Cayetano Martínez de Irujo. «Es una superbuena opción si llegase ese día, porque tiene todo tipo de diseños; una con los años va cambiando», confiesa. Otra cosa sería elegir el color para una segunda vez: «A veces pienso que sí sería de blanco y otras veces no. No sé con qué me atreveré si llegara ese día».

Al parecer, podría haber alcanzado ya un principio de acuerdo con su ex marido, sin embargo, Genoveva no quiere entrar a confirmarlo: «Esos temas corresponden a la vida privada de mis hijos y son dos menores». Lo que es ya una realidad es la consolidación de su relación y su presente urbi et orbi con el ex político José María Michavilla. Entre los dos suman siete hijos, así que de momento la intención es no aumentar por ahí la familia porque «somos una grande y me siento muy feliz. Mucho». Lo que parece tener claro, ahora que presenta su primer libro de ficción y ya piensa en otro, es que «jamás escribiría uno sobre mi divorcio, pero si lo que me pides es un primer consejo éste seria que la persona esté muy segura de lo que está haciendo. Cada divorcio es muy distinto y desde luego las cosas como las he llevado yo no las podrían llevar otros de la misma forma. Hay una cosa que sí me atrevería a aconsejar: que lo que se haga se haga siempre pensando en el bien de los niños».

De elefantes y alas

El libro que Genoveva presenta en breve se llama «El llanto de los elefantes» (Planeta de Libros). ¿Por qué ese titulo? «Porque es una leyenda que existe en La India, que dice que en el principio de los tiempos los elefantes tenían alas porque estaban enamorados de las nubes y un día cayeron sobre unos estudiantes, los elefantes reflexionaron del daño que habían hecho y se quitaron las alas». Es inevitable que un escritor vierta hechos de su vida en sus textos. ¿Al separarse le quitaron las alas?, le pregunté. «Hay personas que son como los elefantes. Que tienen almas muy grandes con mucha fuerza y están sometidos por el destino, con grilletes, y esas personas sufren por no tener las alas y estar sometidos por el destino, pero eso no significa que ese hecho lo haya pasado a mi realidad personal». Dado que nos encontramos en tiempo electoral y que estamos sentadas rodeadas de vestidos que generan ilusión y que su nueva pareja es un ex político, la pregunta sobre los nuevos partidos es también inevitable: «Yo voto y es secreto; entiendo que surjan nuevas iniciativas como Podemos, pero yo no comulgo con esas ideas».

Una vez cortada la imaginaria cinta oficial de la casa palacio neomudéjar, hay que decir que la familia Palatchi piensa tener una presencia activa en la vida social de Sevilla, ya que por delante de esta maravilla de emplazamiento pasan todas las procesiones. Y ya está Alberto Palatchi imaginando mil cosas. Desde luego Lázaro Rosa-Violán ha hecho un trabajo exquisito, ha vuelto con sus damascos florales y dorados a crear la atmósfera perfecta para que novias y acompañantes disfruten creando una pieza única para un día feliz. Un imperio nupcial, como el de Pronovias, que en cincuenta años se ha extendido por 105 países con 155 tiendas y 4.000 puntos de venta y que ha decidido seguir siendo la locomotora de este negocio que tiene bandera española y es líder mundial.