
Manicura
La manicura minimalista es la tendencia del otoño: los colores que debes pedir para unas uñas impecables
La manicura de otoño se despide definitivamente de los colores pastel para dar la bienvenida a tonos mucho más intensos y atrevidos, desde el chocolate oscuro al rojo vino, pasando por creativos efectos de carey o detalles perlados

El final del verano no ha logrado desterrar por completo algunas de las manicuras que dominaron los meses de calor. El esmalte blanco de aspecto cremoso, a menudo descrito como "lechoso", sobrevive como una opción recurrente para quienes buscan una manicura limpia y discreta. De igual modo, el acabado perlado y brillante, ese efecto "glaseado" que se consigue con polvos cromados, mantiene su popularidad adaptándose a los nuevos colores de la temporada y aportando un toque de luz a las tonalidades más oscuras.
No obstante, la llegada del otoño impone su propia ley cromática en el neceser. Los tonos pastel y vibrantes ceden inevitablemente su protagonismo a una paleta mucho más sobria y contundente, donde los colores intensos y profundos marcan la pauta para los próximos meses, desterrando casi por completo las opciones más claras y veraniegas que han reinado hasta ahora. Para que estas tonalidades luzcan impecables, es fundamental preparar la piel, y existen cremas para manos secas que ayudan a mantener la hidratación con la llegada del frío.
En este nuevo escenario, el marrón chocolate se erige como el protagonista indiscutible. Este tono oscuro resulta especialmente favorecedor en uñas largas y con forma ovalada, pues crea un efecto visual que estiliza los dedos al instante. Los expertos coinciden en que funciona como un neutro elegante y versátil, muy fácil de combinar con cualquier estilismo propio de la estación.
Rojos intensos y detalles creativos para una manicura de otoño
Por otro lado, los rojos intensos reclaman su lugar como la gran alternativa de la temporada. Los esmaltes que evocan el color del vino o los matices purpúreos ofrecen una apuesta clásica con carácter, convirtiéndose en una opción segura que nunca pasa de moda y que encaja a la perfección con la atmósfera melancólica y elegante que trae consigo el otoño.
Asimismo, las manicuras oscuras se reinventan con pequeños detalles para quienes buscan un punto más original. Una de las propuestas más populares consiste en añadir diminutos puntos o lunares, habitualmente en blanco o rosa, sobre la base oscura para crear un contraste que resulta a la vez sutil y delicado.
En esta misma línea, el nail art que imita el patrón del caparazón de una tortuga se consolida como una opción de gran personalidad. Esta técnica, que combina dos tonos de marrón para lograr el efecto carey, permite romper con la monotonía cromática, tal y como han publicado en Elle.
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