Ha sido el fin de semana de las bodas, eso lo tenemos claro. Tanto es así, que a martes 1 de julio, seguimos a vueltas con ellas. Inés Domecq lo ha vuelto a hacer. La empresaria y diseñadora ha demostrado una vez más por qué es considerada una de las mujeres con más estilo del país con un look de invitada que ha acaparado todas las miradas en la boda de Victoria Ortiz Martínez-Sagrera, celebrada el pasado sábado 28 de junio en Palma del Río (Córdoba).

Para esta ocasión tan especial, Domecq ha confiado en su amigo y diseñador de cabecera Roberto Diz, quien le ha creado un vestido exclusivo hecho a medida que combina elegancia, tendencia y personalidad a partes iguales. Con este look, Inés Domecq vuelve a posicionarse como referente absoluto en moda nupcial e inspiración para las invitadas de verano. Su elección estilística combina a la perfección sofisticación, tendencias de temporada y ese sello personal que la convierte en un icono de elegancia contemporánea.

Un diseño exclusivo firmado por Roberto Diz

El vestido, confeccionado en un tejido de franjas horizontales de diferentes tamaños, destaca por su combinación cromática en tonos fresa y chocolate: dos colores en auge esta temporada que no solo aportan originalidad, sino que realzan el bronceado estival. El patrón en línea A y la confección a medida consiguen una silueta favorecedora, mientras que el escote palabra de honor con lazada en el pecho añade un toque de sofisticación con cierto aire noventero.

Este estilismo no forma parte de la colección que Roberto Diz y Domecq diseñan juntos bajo el sello de IQ Collection, sino que ha sido creado en exclusiva para ella. Aun así, no se descarta que versiones inspiradas en este vestido lleguen próximamente a la firma.

Inés Domecq ha sabido elevar el conjunto con la elección de los complementos adecuados. Ha optado por accesorios en acabado dorado, un acierto seguro en cualquier época del año, pero especialmente favorecedor en verano. Ha lucido un bolso de mano brillante, sandalias de plataforma con tacón ancho y joyas doradas como varios anillos, pendientes colgantes y un brazalete que trepa elegantemente por su antebrazo.