Política

Andalucía

Cumpleaños feliz

La Reina Sofía en el concierto celebrado con motivo de su 80 cumpleaños / Foto: Efe
La Reina Sofía en el concierto celebrado con motivo de su 80 cumpleaños / Foto: Efelarazon

Además, un cumpleaños muy sentido por muchos millones de españoles. En cada aparición pública, la Reina doña Sofía recibe un espontáneo homenaje de cariño y admiración. Más de cincuenta años viviendo en España, que no han sido precisamente un cuento de princesas felices. Tras la boda, que fueron tres, de acuerdo a lo pactado por las familias reales griega, española y el Vaticano, y después de su largo viaje de novios, donde tuvieron contactos de primerísimo nivel, siendo el más significativo el recibimiento en la Casa Blanca por el presidente Kennedy, se instalan en Estoril con los condes de Barcelona. Son tiempos tensos, hay que buscar un contenido y una independencia a los príncipes. Don Juan Carlos es partidario de volver a residir en España y estar en lo posible en contacto con el pueblo. Después de 31 años, desde que Alfonso XIII abandonara España, seguía la furiosa propaganda de la república contra la monarquía y sus titulares. La terrible Guerra Civil y, con la victoria, a pesar de constituirse España como reino –como lo fue durante cientos de años–, los ataques a la monarquía y a Don Juan por buena parte de las fuerzas que componían el régimen franquista eran constantes. Curioso resultaba que una nación, un régimen que adopta como forma de Estado el reino, no tuviese como jefe del Estado al del Rey titular del reino, en su defecto un regente, hasta la mayoría de edad del Rey. A pesar de todo ello, Juan Carlos, con el apoyo incondicional de Doña Sofía, piensa que la monarquía tiene que darse a conocer de nuevo y que ésa debe ser su primera tarea en España. Esto crea tensiones entre padre e hijo. Pero se llega a un acuerdo donde los príncipes tendrán un estatus especial, que incluye residencia oficial con personal y protección del Estado. De esta forma, doña Sofía se instala por primera vez en España. Años muy duros porque, aunque cuentan con el beneplácito de Franco, la ayuda de gran parte de la nobleza, incluso de miembros del ejército, cierto es que, sobre todo la Falange y afines, se muestran abiertamente en su contra. Incluso montan unas especie de comando para boicotear los actos a los que asistía el matrimonio real. Así hasta que llega la proclamación oficial de heredar el trono. Las cosas se ponen más tensas, primero con Estoril. Doña Sofía y doña María tratan de que las relaciones entre padre e hijo mejoren. Se sienten espiados y presionados por personajes que tratan de asegurar el futuro. Al tiempo, los príncipes están tejiendo con un pequeño equipo de leales lo que será el futuro, a la vez que tienden puentes con el exilio. Ya son Reyes y empieza el más difícil todavía: llevar a buen puerto lo que se ha estado preparando. El milagro se produce y llegan los buenos tiempos en lo político y la monarquía se convierte en imprescindible para una gran mayoría de españoles. En cada paso, en cada momento, en cada alegría, en cada tragedia, siempre al lado del Rey ha estado doña Sofía. En lo personal, cuando está conseguida la estabilidad del país, comienza para ella la amargura de la esposa, que se ve con una pareja que practica lo que podíamos llamar el borbonismo familiar. La Reina ha seguido durante años al lado de su marido en todas las obligaciones oficiales. En los últimos años, España se ha vuelto incómoda en su convivencia. A la Reina le pasó cerca la tormenta Corinna, pero ella siempre ha estado en su sitio, con su sonrisa puesta y a cumplir, que las reinas no se jubilan. Por eso es el personaje más valorado de la Familia Real, por eso donde aparece en público a la gente se le ponen las manos en llamas de tanto aplaudir. Majestad, gracias por tanto como ha dado a su patria, a España, y que la felicidad llegue a su vida.