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Eau de Corruption, Parfum PSOE

El ex presidente de la Junta Manuel Chaves / Foto: Manuel Olmedo
El ex presidente de la Junta Manuel Chaves / Foto: Manuel Olmedolarazon

El Tribunal Supremo ha fijado como verdad judicial una impresión que, en el periodismo y en la calle, ya había superado el más exigente «fact checking»: el Gobierno de Susana Díaz retorció de forma ilegítima la normativa para no perjudicar a la empresa que contrató, con salario muy superior a sus competencias conocidas, a Paula, hija de su mentor político, el (casi) condenado por corrupción masiva Manuel Chaves. Antes, el propio papá había donado a los empleadores de su niña diez milloncetes del erario, por las molestias. (También dictaminaron los togados la ilegalidad de la dádiva.) «¿Es que los hijos de los socialistas no pueden trabajar?», defendió una consejera a su jefe. Es aconsejable que lo hagan, desde luego, pero no en compañías favorecidas por sus progenitores desde un cargo público. La semana previa a las elecciones generales llega pues contaminada por varias comunicaciones procedentes de los juzgados que, deshojando el almanaque hacia el 2 de diciembre, I Aniversario del Gran Vuelco Andaluz, redundan en los motivos del mismo y ennegrecen la rosa predicción que, de cara al domingo, hace para Pedro Sánchez la dupla Tezanos & Redondo, fontanería demoscópica a su servicio. Para un habitante de esta comunidad, resulta sorprendente que las prácticas corruptas se identifiquen más con otras formaciones –que tendrán lo suyo, desde luego– que con el partido que ha pastoreado durante cuarenta años un régimen sustentado por la más apabullante cleptomanía. No deja uno de percibir cierto tufillo racista en ello, como si los meridionales fuésemos tribus sin civilizar entre las que se ha de dar por descontado el choriceo. Aunque ya tronarán las terminales mediáticas de Ferraz cuando toque purgar a la cúpula del PSOE-A, que lleva casi un año sentenciada y en espera de ejecución.