Guerra de presentadoras

Hay una ley no escrita en la televisión que dice que un programa o una presentadora o presentador duran lo que dura la audiencia que crea indispensable un canal televisivo. Esta ley se hace más rigurosa si la cadena televisiva es privada. En las públicas se puede aguantar más un programa por razones variadas, que van desde que se crea que el contenido es educativo, sirve al conocimiento de la autonomía o simplemente se considera que beneficia al partido que mande en el Gobierno central o comunitario. Leo con sorpresa que Toñi Moreno, la revelación del año pasado con el programa «Viva la vida» será sustituida por una veterana de Mediaset, Emma García. El registro de audiencia del domingo es de un 10 por ciento de «share» y de 1.300.000 espectadores. A simple vista no parece mal resultado para un programa en la sobremesa de cuatro horas. Cierto es que desde la vuelta de vacaciones había una leve tendencia a la baja. Los horarios marcan mucho, por ejemplo, en las mañanas televisivas que tienen unos registros parecidos, aunque sea Ana Rosa Quintana la líder, con un 18 por ciento, la media de espectadores no pasa de 600.000. En esta sustitución, hay más tela que cortar, porque más bien se trata de un intercambio, ya que Emma se hace cargo de las tardes de los sábados y domingos en «Tele 5», y Moreno sustituye a García en «Cuatro», en el programa «MYHYV», un programa que está entre agencia de noviazgo y ligues varios, con un vocabulario muy callejero. Este formato había estado en los medios días de «Tele5», se cambió por sus pobres resultados a las tardes de «Cuatro», sin que los números mejoraran. Creo que el final de esta historia es que ambos programas terminen desapareciendo. Creo que Toñi Moreno es la persona idónea para «Viva la vida». No la veo con toda su experiencia y buen hacer al frente de su nuevo programa. Supongo que para Emma será como subir a la superficie después de años en las catacumbas televisivas, pero como mi amiga es la Moreno, le deseo que pase este escollo y la volvamos a ver en formatos más de su línea.