Tribunales

La Fiscalía pide 25 años de cárcel para el acusado de matar y descuartizar a su tío en Dos Hermanas

Un jurado popular enjuiciará al acusado a partir del 29 de junio en la Audiencia Provincial de Sevilla

La Razón
La RazónLa Razón

La Fiscalía de Dos Hermanas (Sevilla) ha solicitado 25 años y cinco meses de cárcel para el acusado de matar de 12 golpes propinados con una picola y un martillo-machota y descuartizar a su tío en la vivienda donde ambos residían en la localidad nazarena, tras lo que ocultó distintas partes del cuerpo de la víctima en varios paquetes en la zona del cauce del río Guadaíra.

En su escrito de acusación, al que ha tenido acceso Europa Press, el Ministerio Público solicita para F.J.R. un total de 25 años de cárcel por un delito de asesinato y cinco meses de prisión por un delito de profanación de cadáveres, en ambos casos con la agravante de parentesco.

Fuentes judiciales han informado a Europa Press de que el acusado será enjuiciado por un jurado popular a partir del próximo día 29 de junio en la Audiencia Provincial de Sevilla.

La Fiscalía relata que el acusado se fue a vivir con su tío, hermano de su madre, tres meses antes de ocurrir los hechos proveniente de Gerona, de forma que la convivencia “no era pacífica, existiendo continuos enfrentamientos entre tío y sobrino, algunos de ellos motivados” porque el acusado vendía objetos propiedad de la víctima sin su consentimiento.

De este modo, los hechos habrían ocurrido entre las 21,00 del 26 de febrero y las 10,00 horas del 27 de febrero de 2016 en la vivienda donde ambos convivían, cuando se produjo una discusión motivada por la venta de una videoconsola Play Station 4 que había realizado el acusado y de la que el fallecido había tenido conocimiento, procediendo a recuperar el citado objeto de su propiedad.

El fallecido, “cansado por los problemas que le ocasionaba su sobrino, quiso hablar con él para que regresara a Gerona”, dice el fiscal, que asegura que, en el curso de la discusión y hallándose los dos frente a frente, el acusado agarró “fuertemente” a su tío por los brazos, a la altura de los codos.

Tras ello, y “guiado por el ánimo de acabar con su vida”, el imputado cogió una picola y un martillo-machota que se hallaban encima de la mesa del salón y golpeó en la cabeza a su tío, quien, “ante este repentino ataque, apenas pudo dar un paso en dirección a la puerta de entrada”, pues su sobrino, “eliminando cualquier posibilidad de defensa, le propinó nuevamente, esta vez por su espalda”, diversos golpes por encima de la nuca.

Así, y según el relato de la Fiscalía, la víctima cayó al suelo boca abajo, posición que el acusado aprovechó para continuar golpeando a su tío, haciendo uso en este caso de la citada machota y provocándole lesiones que desembocaron en un hundimiento craneal.

De este modo, el acusado propinó a la víctima “por toda la cabeza” un total de 12 golpes con los citados objetos contusos --dos con la picola y diez con la machota-- que fueron intervenidos en la vivienda y que le provocaron heridas contusas en la región craneal con fractura de la base y bóvedas craneales y hemorragias encefálicas, lo que le provocó un traumatismo craneoencefálico abierto severo que derivó en su muerte.

El Ministerio Público agrega que el fallecido “no se esperaba una reacción agresiva” por parte de su sobrino y la misma “fue tan contundente y los golpes tan continuados que la mínima defensa que ejerció al cubrirse el rostro con las manos fue insuficiente para repeler eficazmente el ataque”, de forma que sufrió “mínimas heridas defensivas de intensidad leves”.

Tras señalar que el acusado se aprovechó de que su tío había ingerido alcohol, el fiscal añade que, “con objeto de deshacerse del cadáver y manifestando un absoluto desprecio por la memoria de su tío, a quien acababa de dar muerte”, el imputado trasladó el cadáver al cuarto de baño de la vivienda y lo descuartizó, utilizando para ello un serrucho de grandes dimensiones “con el cual iba desmembrando el mismo y separando las distintas partes del cuerpo”.

De esta forma, el Ministerio Público precisa que el acusado cortó inicialmente las piernas a la altura de las rodillas y las embaló en dos bolsas de plástico de basura con las que hizo paquetes que, seguidamente, introdujo en una mochila, tras lo que desmembró también los brazos y distintas partes del cuerpo de su tío que dejó en el cuarto de baño y en el cubo de la cocina.

“El acusado iba haciendo paquetes conforme iba seccionando el cadáver, paquetes que embalaba perfectamente tras desangrar los respectivos miembros”, asevera el fiscal, que precisa que, usando el serrucho, el imputado descuartizó el cadáver a la altura del tronco, separándolo del resto del cuerpo y dejando unida la cabeza.

En la tarde del 27 de febrero de 2016, el acusado se dirigió con su bicicleta a la zona ubicada en el cauce del río Guadaíra bajo el puente de la SE-40, donde extrajo de la mochila los citados paquetes que contenían los miembros inferiores del cadáver y que ocultó bajo unas piedras, tras lo que se dirigió hacia un centro comercial, donde adquirió una pala trasplantadora y una azadilla de corte “con objeto de seguir enterrando posteriormente los demás fragmentos del cadáver”.

Sobre las 12,00 horas del 29 de febrero, agentes de la Policía Nacional accedieron al domicilio donde convivían víctima y acusado tras ser requeridos por los empleados de una bodega, quienes “extrañados por la ausencia” del fallecido durante todo el fin de semana decidieron avisar a la Policía.

“Ante la negativa reiterada por parte del acusado para permitir la entrada al domicilio, finalmente accedió a ello, refiriendo a los agentes intervinientes ‘ahí está mi tío al que estáis buscando’ y mostrando los trozos que quedaban del cadáver”, asevera el fiscal.

Los familiares de la víctima, y en concreto sus hermanos y hijos, han renunciado a toda acción penal y civil que les pudiera corresponder.