Castilla y León

Al menos 5.000 mujeres de Castilla y León recurren al año a la reproducción asistida

Su media de edad es 38 años y el tratamiento más demandado es la fecundación in vitro

Una mujer, embarazada mediante tratamiento de reproducción asistida, se realiza una ecografía para comprobar la correcta evolución de su futuro hijo
Una mujer, embarazada mediante tratamiento de reproducción asistida, se realiza una ecografía para comprobar la correcta evolución de su futuro hijolarazon

Los cambios en los hábitos de vida, la cada vez más tardía emancipación de los jóvenes y la inestabilidad laboral son, en muchos casos, motivos para retrasar la edad de aumentar la familia para muchas parejas. Sin embargo, cuantos más tiempo se dejan pasar hasta dar este decisivo paso, menores son las posibilidades de concebir un hijo de forma natural.

Por ello, más de 5.000 mujeres castellanas y leonesas, cuya edad media es 38 años, recurren a técnicas de reproducción asistida cada año, bien en los hospitales públicos de la Región como en clínicas privadas.

Desde la Consejería de Sanidad, informan a LA RAZÓN de que en la Comunidad se produce cada ejercicio, desde el 2015, una media de 1.700 inseminaciones artificiales. «Se trata de la técnica más basica, que se le aplica a parejas jóvenes en las que la mujer responde bien a la medicación para ovular y el semen es de buena calidad», explica a este diario el jefe de la Unidad de Reproducción Asistida del Hospital Clínico Universitario de Valladolid, el doctor Luis Rodríguez-Tabernero Martín.

Cuando este tratamiento no funciona o la mujer es mayor de 38 años se recurre a la Fecundación in Vitro (FIV) «en la que se estimula el ovario con más medicación para tener más ovocitos. En el laboratorio se deja en una placa petri uno de ellos con semen para que se fecunde de forma similar a como lo haría de forma natural. Después se implanta el ovocito fecundado en la paciente». A esta técnica se someten de media otras 1.250 castellanas y leonesas cada ejercicio.

Como último recurso, en el caso de no tener éxito tampoco la FIV, se opta por la Inyección Intracitoplasmática de Espermatozoides o ICSI, muy similar al procedimiento anterior, con la salvedad de que el ovocito se fecunda por los profesionales médicos, lo que supone una tasa de éxito «más alta».

Por otro lado, cada vez son más las personas, tanto mujeres como hombres, que optan por preservar su fertilidad cuando ciertas patologías, como el cáncer, pueden ser responsables de su pérdida, servicio que también ofrece el sistema público de Salud.

Por todo ello, para el doctor Rodríguez-Tabernero, «la reproducción asistida debe ser apoyada por las instituciones públicas como una buena manera de fomentar la natalidad en una comunidad como Castilla y León, con una población en descenso y cada día más envejecida».

Así, las técnicas más sencillas como la inducción a la ovulación o la inseminación artificial se realizan en siete hospitales regionales (Salamanca, León, Burgos, Soria, Segovia, Valladolid y Zamora), mientras que aquellas más complejas como la Fecundación in vitro se hacen en los dos hospitales que disponen de Unidad de Reproducción Asistida, el Río Hortega de Valladolid y el Clínico Universitario de la misma ciudad.

La donación de óvulos

Por su parte, una de las empresas privadas en reproducción asistida más importantes de España, IVI, ha abierto ya tres consultas en Castilla y León (Burgos, Salamanca y Valladolid) ante el aumento de mujeres de la Comunidad que acudían a sus clínicas en otras autonomías.

En los últimos cinco años, según datos facilitados a este periódico por la compañía, 4.400 castellanas y leonesas han recurrido a sus servicios, de los que el 55 por ciento fueron fecundación in vitro y el 25 por ciento tratamientos con donación de óvulos.

Requisitos para acceder a estos servicios

Desde la Gerencia de Salud informan de que pueden acceder a estos servicios en el ámbito público las parejas infértiles y las mujeres sin pareja masculina con buen estado de salud. Los hombres deberán estar entre los 18 y los 55 años en el momento de la indicación del tratamiento y las mujeres entre los 18 y los 40. Además, en los casos de Fecundación in Vitro se harán hasta tres ciclos de tratamiento; en el de inseminación artificial con semen de la pareja un máximo de 4 y la edad de la mujer deberá ser inferior a los 38 años; y si el semen es de un donante, el tope será de 6 ciclos y la edad menor de 40 años.