Castilla y León

Alertan de que saltarse los tratamientos médicos puede provocar hasta mil muertes

La mitad de los pacientes con enfermedades crónicas se salta la prescripción y los jóvenes son los que peor ejemplo dan

Una farmacéutica dispensa un medicamento en un establecimiento de la localidad leonesa de Ponferrada
Una farmacéutica dispensa un medicamento en un establecimiento de la localidad leonesa de Ponferradalarazon

La falta de adherencia a los tratamientos, que abarca tanto el incumplimiento de la medicación como de las recomendaciones sanitarias sobre alimentación y estilos de vida saludables, tiene un impacto de entre 500 y 600 millones anuales en las arcas de Sacyl y provoca unas 1.000 muertes todos los años en Castilla y León.

Es decir, consume un 14 por ciento del presupuesto de Sanidad, de casi 3.600 millones, y la cifra no decrece, más si se tiene en cuenta que entre los pacientes con enfermedades crónicas alrededor de la mitad no toma los medicamentos según la prescripción.

Son datos que llaman a la reflexión sobre un problema que no es exclusivo de Castilla y León ni de España, donde el gasto asciende a unos 11.250 millones y las muertes, hasta las 18.400, según los datos extrapolados de un informe de la Unión Europea a los que ha tenido acceso Ical. La falta de adherencia es un problema mundial. De hecho, provocó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertara hace más de diez años de la situación e instara a las atuoridadades sanitarias nacionales y autonómicas a desarrollar programas de control.

No en vano, tras la falta de adherencia se esconden costes sanitarios directos como la mayor morbimortalidad, el aumento de los ingresos hospitalarios, las visitas a urgencias, el incremento del gasto en pruebas complementarias, a los que se suman el impacto en la salud y en la calidad de vida -es una de las causas más frecuentes de fracaso farmacéutico-, el repunte de la incapacidad laboral y costes sociales. Además, la falta de adherencia tiene especial impacto en el consumo de antibióticos, ya que puede provocar resistencias, y en las vacunas, porque cuando no se produce la cobertura deseada, puede derivar en un incremento de casos de enfermedades que se habían superado.

Lo cierto es que aún siendo un dato que preocupa, la Región puede presumir de ser una de las comunidades autónomas con mayor nivel de adherencia a los tratamientos, según el Estudio Nacional de la Adherencia al Tratamiento en Patologías Crónicas del Observatorio de la Adherencia al Tratamiento. En concreto, arroja que el 62,43 por ciento de los ciudadanos de la Comunidad cumple adecuadamente los tratamientos frente al 50 de la media de España.