La presidenta de las Cortes renuncia a su cargo y abandona el Partido Popular

Sorpresa monumental que ha sacudido los cimientos del Partido Popular en Castilla y León. La presidenta de las Cortes, Silvia Clemente, anunciaba su dimisión de su cargo, así como de su condición de procuradora y militante de la formación, decepcionada por la «deriva», que a su entender, ha tomado la dirección actual de su partido, y al considerar que se ha encontrado con una situación de «bloqueo», constante en su trabajo diario.

Clemente argumentaba que su forma de trabajar, «teniendo una acción de mayor protección de las minorías, no ha sido aceptada por la formación política a las que he pertenecido y es dónde más rechazo me he encontrado. Quizá porque no se han dado cuenta de que ya se ha terminado la época de las mayorías absolutas y los ciudadanos exigen diálogo y entendimiento y que exista una verdadera división de poderes».

«No creo en este proyecto porque soy una persona coherente por que quiero cumplir todos los compromisos adquiridos y eso ahora no es posible», proseguía Silvia Clemente quien afirmaba que «este proyecto del Partido Popular de Castilla y León carece de ambición, no tiene contenido, no hay iniciativas para conducir a la Comunidad hacia un futuro mejor» y aludía al actual presidente de los populares en la Región, Alfonso Fernández Mañueco, del que dijo que «es una persona que no tiene palabra, no tiene capacidad y que carece completamente de liderazgo».

La expresidenta ya del Parlamento regional manifestaba que algunas de las últimas decisiones tomadas en el Grupo Popular «ya me han parecido inasumibles» y citó entre ellas la Proposición de Ley del Colectivo LCTBI+ o el cambio de las Instituciones Propias, tomadas, en su opinión «sin contar con todos los grupos parlamentarios y de espaldas al necesario diálogo y consenso para estas sedes en las que se busca el mejor servicio a la Comunidad, y que ésta sea independiente y profesional».

Tampoco ha estado de acuerdo, indicaba «con la falta de convocatoria de la Comisión de Investigación de las eólicas y del edificio de ADE, y he tenido que convocarla en dos ocasiones, la última cuando el Tribunal Constitucional ha reprobado al Grupo Popular por no hacerlo».

Para acabar, Silvia Clemente, indicaba que «yo me he dedicado a trabajar y la dirección de mui partido a alentar campañas de difamación contra mí» y auguraba de que no va a ser la única persona que se ve abocada a abandonar el PP regional.

Tras conocerse esta decisión, cascada de reacciones. La primera de ellas, la del expresidente de la Junta, Juan José Lucas, quien «expresaba» su desacuerdo con la actuación de Silvia Clemente, vía twitter, y trasladaba todo su apoyo a Fernández Mañueco.

Desde Ciudadanos, a través de un escueto comunicado, evitaba pronunciarse sobre la renuncia de la presidenta de las Cortes al considerar que no entra «en las crisis internas de otros partidos». Sí que lo hacía Podemos, que a través de su portavoz, Pablo Fernández, declaraba que de esta manera se demuestra la «descomposición» del PP regional y destacaba el papel de Clemente en el desempeño de su cargo y brindar un «trato igualitario» a todos los grupos.

Mientras. el coordinador de Izquierda Unida, José Sarrión, aseguraba que la salida de Silvia Clemente se debe a que está aflorando la «violencia» en el PP castellano y leonés debido a los enfrentamientos internos que están viviendo.