Mercado inmobiliario

Airbnb y Apartur se declaran inocentes del alza del alquiler

El portal elimina mil anuncios de pisos ilegales y en 2016, se retiraron 1.706 apartamentos sin licencia

La Asociación de Apartamentos Turísticos (Apartur) contabiliza 3.950 pisos sin licencia en Barcelona, frente a los 6.275 del Ayuntamiento
La Asociación de Apartamentos Turísticos (Apartur) contabiliza 3.950 pisos sin licencia en Barcelona, frente a los 6.275 del Ayuntamientolarazon

El portal elimina mil anuncios de pisos ilegales y en 2016, se retiraron 1.706 apartamentos sin licencia.

El precio del alquiler en Barcelona ha subido tanto que se sitúa ya en máximos históricos. La ley del mercado dice que falta oferta para suplir la demanda, aunque la cultura de alquiler en España sigue siendo baja respecto al resto de países de la zona euro. El porcentaje de la población española que vive de alquiler es del 21,8%, según datos de Eurostat de 2015. Pese a haber subido 2,4 puntos en los últimos ocho años, sigue estando lejos del 33,8% de la media de vecinos europeos que optan por el alquiler. Entonces, por qué se han disparado tanto los precios. Un estudio del Ayuntamiento de Barcelona alertaba hace medio año de que el parque de pisos turísticos –legales e ilegales– ha contribuido a disparar el precio de los alquileres de la ciudad.

El informe de Ada Colau dice que hay 15.881 apartamentos turísticos, 6.275 sin licencia, que representarían el 7,7 % del parque de viviendas. Pero estos datos no coinciden con los que ayer dio el presidente de la Asociación de Apartamentos Turísticos de Barcelona (Apartur), Enrique Alcántara, que se esmeró en tratar de demostrar que los pisos turísticos no impactan en el precio de los alquileres. Apartur ha hecho su propio estudio para defender su actividad: «El impacto del alquiler de viviendas de uso turístico en el mercado de alquiler residencial de Barcelona». Para empezar, dice que la ciudad cuenta con 13.555 pisos turísticos, lo que representaría un 1,64% del parque de viviendas. De estos, 9.606 tienen licencia y 3.950 son ilegales a día de hoy. En 2016, se habrían dado de baja 1.706 pisos turísticos sin licencia. De estos 298 estaban en el Eixample y 276, en Ciutat Vella. Todos fueron localizados gracias a las medidas de inspección impulsadas por Ada Colau.

Apartur buscó datos en informes, el Instituto Nacional de Estadística y estudios varios para tratar de buscar una respuesta al alza de los precios de alquiler que no tenga que ver con la oferta de pisos turísticos. Por ejemplo, alega que los alquileres suben porque la economía se está recuperando –pese a que una cosa son los datos macroeconómicos y otra la economía familiar–, porque el paro baja –aunque organizaciones como Cáritas ya ha alertado de que hay nuevos contratos tan míseros que el 16% de las personas que le piden ayuda son trabajadores pobres–, y se sutituye la población, «cada vez hay más universitarios, gente más preparada y con más recursos».

Destacó, también que en Ciutat Vella, población latinoamericana ha sido sustituida por inmigrantes de un mayor poder adquisitivo, sobre todo, de Estados Unidos o Canadá. O que inversores extranjeros adquieren edificios de oficinas del centro de la ciudad para transformarlos en viviendas de lujo, cosa que sí tiene correlación con el aumento de precios.

Carta de Airbnb a Colau

Por otro lado, Airbnb, en el punto de mira tras el reguero de inquilinos que realquilaban pisos a través de la plataforma sin permiso de los propietarios, escribió una carta al Ayuntamiento de Barcelona. Aunque en vez de enviarla por correo postal o mail, la colgó en su portal. En la carta, que titula ¿por qué el Ayuntamiento se equivoca al dar la espalda a las familias que comparten su hogar?, insta al gobierno de Colau a sentarse para regular su actividad. Informa de que en la última semana ha eliminado más de mil anuncios. Omite que de los 17.000 pisos disponibles, 8.700 son pisos enteros y no habitaciones, más acorde con el concepto home sharing.