Política

Barcelona

Colau zanja la legislatura sin solucionar el conflicto del CAP Raval Nord

El Ayuntamiento facilita un ambulatorio de nueva construcción y deja al Macba la capilla de la Misericordia

Otra legislatura será la que resuelva el conflicto de la reubicación del Centro de Atención Primaria (CAP) Raval Nord. Porque esta, al menos formalmente, finalizó ayer con la celebración del último pleno ordinario, en el que Ada Colau y su equipo volvieron a perder la oportunidad de zanjar la ubicación definitiva de este ambulatorio que ha quedado pequeño y obsoleto para atender a una población de 23.000 vecinos. No será sólo una legislatura más la que se preguntará dónde y cuándo se renovará el CAP Raval Nord. Será la cuarta. Este equipamiento lleva trece años esperando una ampliación. Y cuando parecía que se había encontrado un espacio, la solución no satisface ni a usuarios ni sanitarios.

El Ayuntamiento de Barcelona llevaba meses lidiando en el conflicto por ver quién se quedaba con uno de los espacios vacíos que hay en el centro del Raval, la Capilla de la Misericordia, al lado del Macba, si el museo, que quiere ampliar sus instalaciones, o el ambulatorio. Vecinos y sanitarios agrupados en la plataforma CAP Raval Nord Digne defienden esta ubicación y ayer, durante el pleno, se lo hicieron saber a los concejales. Abandonaron la tribuna con gritos de «Macba fuera del barrio» y «Vuestros votos no nos representan».

Lo hicieron después de que Colau retirara del orden del día un punto con el que pretendía votar si se revocaba o no la cesión de la Capilla de la Misericordia al Macba. Hubiera perdido. Sólo contaba con el apoyo de la CUP. El resto de grupos ve bien una propuesta recién salida del horno que avala la conselleria de Salud, en manos de ERC, de construir un nuevo ambulatorio en un solar a siete metros del Macba, entre la calle Ferlandina y la plaza Joan Corominas, propiedad de la Diputación de Barcelona y el CCCB. Esta propuesta, con la que los republicanos –principales adversarios de Colau en la contienda municipal–, quieren sumarse un tanto–, se conoce como «cubo», pues el proyecto del edificio tiene una estética acorde con el Macba, líneas rectas, colores blancos y una fachada con una cristalera de aires nórdicos.

De acuerdo con la plataforma vecinal, la concejal de Ciutat Vella, Gala Pin, alegó que el «cubo» resta espacio público a los vecinos y va en contra del PERI del Raval que habla de esponjar y no se construir más. Pero la oposición acusa al BComú de ponerse tras las pancartar y seguir actuando como activistas. Desde el PDECat, Xavier Trias, en su día conseller de Salud, censuró a Colau de vivir de crear conflictos y lamentó que juegue con la Salud. Lo mismo hicieron ERC y el PSC. Mientras que Alberto Fernández (PP), la acusó de hacer su primer mitin. El mandato acaba con la Misericordia en manos del Macba y los vecinos y sanitarios en lucha.