Elecciones municipales

El PP llama a replantear la relación entre Barcelona y la Generalitat

Alberto Fernández propone reformar la carta municipal para incrementar la financiación y las competencias de la ciudad ante los repetidos incumplimientos del Govern.

Alberto Fernández durante su conferencia anual sobre el estado de la ciudad
Alberto Fernández durante su conferencia anual sobre el estado de la ciudadlarazon

Como cada año por estas fechas, el presidente del PP en el Ayuntamiento Barcelona, Alberto Fernández, aprovecha para hacer balance de la legislatura. Más aún cuando los nuevos comicios asoman a la vuelta de la esquina y los diferentes partidos que conforman el arco municipal comienzan a tomar posiciones. En una época en que el procesismo ha alcanzado todos los rincones de la vida política cuesta encontrar un nuevo relato para una ciudadanía que comienza a dar muestras de cansancio después de tantos años de independentismo. Fernández, ayer, puso el suyo encima de la mesa y no es otro que el de replantear las relaciones entre el Ayuntamiento y la Generalitat.

El independentismo acostumbra a culpar de todos sus males a un enemigo externo, el Gobierno, en este caso, sin reparar en que buena parte de sus demandas, incluso las más legítimas, se reproducen a pequeña escala. Tal y como explicó Fernández: «La Generalitat no cumple con Barcelona». «Mientras el Estado transfiere el 90% de los ingresos del Ayuntamiento, la financiación de la Generalitat es testimonial e insuficiente. Del 5%. Es decir, 73 millones de euros frente a los 1.106 que aporta el Estado». Esto se traduce en un sobreesfuerzo del Ayuntamiento para cumplir con el gasto social que la Generalitat no aporta pese a sus compromisos. De este modo, por ejemplo, en los últimos cinco años, la Generalitat se ha ahorrado entre 12 y 17 millones destinados a guarderías; 2,2 millones, a becas comedor; 110 millones, a la Modelo; o 48 millones, a la L9. Y esto simplemente en los últimos cinco años.

Unas cantidades lo suficientemente importantes como para que la alcaldesa Ada Colau hubiese movido ficha hasta el punto, incluso, de judicializarlo «como han hecho otros ayuntamientos». En su lugar, «ha habido un pacto de no agresión y de cooperación entre la alcaldesa y los independentistas. Colau ha renunciado a defender Barcelona ante la Generalitat», sentenció el presidente popular.

Estatuto para Barcelona

Ante esta situación de «expolio», tal y como dijo Fernández, sólo cabe replantear las relaciones entre las dos administraciones a través de una nueva carta municipal, una suerte de estatuto barcelonés, complementada con una mejor ley del área metropolitana. “Entre las dos administraciones se ha dado forma a cuatro consorcios: educación, sanidad, vivienda y servicios sociales. Sin embargo, la Generalitat tiene mayoría y es el conseller de turno el que preside estos consorcios. Creemos necesario que se revierta esta situación. El Ayuntamiento debe tener una presencia mayoritaria», señaló el presidente del PP municipal. La receta, por lo tanto, es sencilla. Más financiación para Barcelona y menos tutela de la Generalitat.

La gestión de la alcaldesa de Barcelona tampoco salió muy bien parada del balance anual. Especialmente en un tema al que ella había dado una importancia capital como es la vivienda. Fernández denunció que en la capital catalana se han agravado las condiciones para acceder a una vivienda. De hecho, los alquileres se han encarecido un 20% en los últimos dos años. Los desahucios siguen campando a sus anchas, más de 3.000 al año, mientras se incrementan las tarifas de transporte público, se consolidan los aumentos abusivos de los últimos años y se perpetúan las listas de espera para acceder a guarderías, residencias o a la dependencia. Según explicó Fernández, hay más de 3.000 niños que no han podido acceder a una plaza de guardería.