Barcelona

La arquitectura hecha para navegar

El Museu Martítim presenta diseños de autores como Le Corbusier o Gehry.

Uno de los trabajos de Zaha Hadid. Efe
Uno de los trabajos de Zaha Hadid. Efelarazon

El Museu Martítim presenta diseños de autores como Le Corbusier o Gehry.

Son los grandes maestros de la arquitectura. Los conocemos por sus trabajos rediseñando el paisaje urbano, estando detrás de edificios de son icónicos y seña de identidad de no pocas ciudades. Pero ellos también han demostrado ser imprescindibles en la creación de barcos.

El Museu Marítim de Barcelona nos propone un paseo por embarcaciones que llevan el sello de Le Corbusier, Frank Gehry, Zaha Hadid, Alvar Aalto o Norman Foster. Son un total de once proyectos que podemos conocer gracias a dibujos, planos, fotografías y maquetas, todos ellos con el común denominador de tener tras de sí a gigantes de la arquitectura.

Entre los diseños más destacados destaca el Foggy, nombre que es acrónimo de Frank Owen Gehry quien, además de su fama como arquitecto, tamnbién es un amante de la navegación y las regatas. Siguiendo el ejemplo de sus edificios, el barco emplea las últimas tecnologías y materiales, en este caso fibra de carbono y madera laminada encolada. Gehry no estuvo solo en la relación de la nave porque también contó con la participación del arquitecto naval German Frers III. El Foggy contiene 800 piezas de vidrio que iluminan el interior de una forma similar a la que tenían los galeones en las popas, sujetas con unos paneles de fibra de carbono.

Norman Foster es, por su parte, el responsable de una serie de embarcaciones. Una de ellas es el Panthalassa 184, una nave de dos palos de la que se construyeron ocho unidades, un encargo de las atarazanas Perini Navi. Del mismo autor es la lancha Alan Yacht 68, una motora rápida; el Dark Shadow, un sloop de encargo de los diseñadores y astilleros Wally; y el Yachtplus Fleet 40, un barco a motor de lujo que destaca por el acceso de la luz con una escalera de vidrio que hace de lucernario, comunicando con las diferentes cubiertas.

Uno de los grandes innovadores de la arquitectura del siglo XX fue Le Corbusier. Él fue el encargado de llevar a cabo un encargo de L'Armée du Salut para que se ocupara de la Louise Catherine, un típico barco del Sena. El objetivo de Le Corbusier fue convertirlo en un asilo flotante en el que poder acoger a los sin techo parisinos, con capacidad para 160 camas, además de contener un comedor social. La Louise Catherine, que fue financiada por la princesa de Polignac, estuvo en funcionamiento hasta 1994 para acabar deteriorándose hasta ser hundida este año.

Uno de los proyectos más inverosímiles es La Giusepa (1972), de Pier Luigi Merli, una embarcación de motor construida con hormigón armado para las vacaciones de verano familiares, con un grueso de casco de sólo 1,5 centímetros, que por sus características eran construcciones de bajo coste económico.

También en el terreno de iniciativas insólitas está el Point Counterpoint II, el resultado de diferentes estudios del arquitecto Louis Kahn, que junto con el director de orquesta Robert Boudreu creó un auditorio flotante para acoger a la American Wind Symphony Orchestra para realizar conciertos en diferentes puertos del mundo, inspirándose en una antigua barcaza de transporte de carbón.

DÓNDE: Museu Marítim de Barcelona.

CUÁNDO: Hasta el 2 de septiembre.