Ministerio de Sanidad

Las enfermeras podrán recetar

Salud burla el decreto estatal y permite a las enfermeras catalanas prescribir algunos fármacos previa formación. El Colegio de Médicos se opone y avanza que presentará alegaciones

La Razón
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Tan controvertido es el decreto estatal que prohíbe a las enfermeras prescribir o utilizar fármacos sin permiso de un médico, como el atajo burocrático que ha encontrado el conseller de Salud, Antoni Comín, para burlar la norma estatal y sacar adelante una ordenanza que permite a este colectivo «aconsejar, indicar o recomendar» medicamentos.

La prescripción de fármacos ha abierto una batalla entre médicos y enfermeras. Tan controvertido es el decreto estatal que prohíbe a las enfermeras prescribir o utilizar fármacos sin permiso de un médico, como el atajo burocrático que ha encontrado el conseller de Salud, Antoni Comín, para burlar la norma estatal y sacar adelante una ordenanza que permite a este colectivo «aconsejar, indicar o recomendar» medicamentos. Porque ni con una u otra norma llueve a gusto de todos.

El conseller de Salud, Antoni Comín, presentó ayer el «Proyecto de Decreto de indicación y uso de medicamentos y productos sanitarios por parte de las enfermeras y enfermeros» . Se trata de un proyecto que en cinco o seis meses permitirá a las enfermeras utilizar o recomendar medicamentos a los pacientes sin permiso expreso del médico. Habrá condiciones, sólo podrán prescribir dentro de su ámbito de actuación profesional, previo diagnóstico de un médico o de los protocolos clínicos establecidos y siempre y cuando tengan la formación.

La Generalitat alega que la ordenanza autonómica blinda con seguridad jurídica el trabajo cotidiano de las enfermeras, amenazado por el decreto estatal de diciembre de 2015. También defiende que se ha negociado durante quince meses con los profesionales del sector sanitario. Pero no gusta a todoslos médicos. El Consejo de Colegios de Médicos de Cataluña (CCMC) anunció que hará alegaciones «basadas en la prioridad de garantizar la seguridad clínica de los pacientes». En cambio, los médicos de familia suscriben que dará seguridad a las enfermeras.

Las sanitarias defienden que «muchos productos requieren prescripción médica por una cuestión administrativa, aunque quien los utiliza son las enfermeras». Las sondas, algunos pañales de incontinencia, materiales para curar heridas o las bolsas para recoger las heces en pacientes operados de cáncer de colon son algunos ejemplos. Comín entiende que el real decreto estatal dejaba dos opciones: alterar la realidad asistencial eliminando actuaciones que las enfermeras realizaban desde hace años o seguir actuando como hasta entonces. El problema de actuar ignorando la ley es que las enfermeras entraban en una zona de inseguridad jurídica que en algunas Comunidades Autónomas ya las ha llevado ante la Fiscalía.

Habrá una comisión de práctica asistencial que se encargará de determinar los ámbitos y la interacción en las que podrán dispensar los medicamentos. También acordará estándares de conocimiento, tiempo de experiencia y los requisitos de los protocolos de los equipos asistenciales, mientras que las formación específica podrá ir a cargo de los colegios profesionales. Los costes irán a cargo del profesional, como toda formación continuada.