Cañizares pide «regeneración» en la actuación de la sociedad

Totón Barberá: «El único juicio que nos importa es el del Todopoderoso»

«Nadie es inmune al sufrimiento, al dolor y a la incomprensión que padeció Rita Barberá», así lo manifestó el arzobispo de Valencia, Enrique Cañizares durante la homilía de la misa que concelebró, en una catedral de Valencia abarrotada de ciudadanos que manifestaron su dolor por la muerte de la que fuera alcaldesa de la ciudad. En su recuerdo a Barberá, el cardenal hizo referencia al «sufrimiento que provoca la experiencia de la traición, de la violencia, del abandono». Cañizares alabó su personalidad al señalar que «estamos ante la muerte de una gran persona, gran alcaldesa, de corazón muy grande. Su muerte nos produce un singular dolor». Poco antes de terminar, pidió regeneración social. «Es urgente un cambio y una regeneración en la sociedad española y en sus modos de actuar».

El rasgo de «buena persona» que dibujó el arzobispo coincidió con todas las manifestaciones de los cientos de personas que siguieron en silencio la Misa. «Los valencianos nos sentimos tremendamente orgullosos por el trabajo que durante tantos años desarrolló Rita», afirmaban, al tiempo que manifestaban su consternación por la muerte de «una persona tan querida».

Las hermanas de Rita Barberá, sus sobrinas y familiares estuvieron acompañados por Mari Carmen García Fuster, una de sus mejores amigas. Detrás, el expresidente de la Generalitat, Francisco Camps junto Adolfo Suárez Illana.

El cardenal destacó que Barberá fue «una gran servidora de todos, y sus obras como alcaldesa fueron para servir a los valencianos a quienes amaba mucho y por los que se desvivió».

Poco antes de comenzar la ceremonia religiosa una joven, acompañada de su madre, aseguró que «independientemente del partido al que pertenecía, la exalcaldesa era alguien «a quien todo el mundo quería. Una más de la ciudad». Todos alabaron el «gran trabajo» que realizó en la capital. «Solo hace falta pasearse por Valencia para comprobar lo que hizo durante 25 años». Otros hablaban del «acoso y derribo» al que fue sometida durante los últimos meses, «es muy difícil que todo eso lo aguante el corazón de una persona buena que se siente injustamente tratada».

Tras la celebración, la hermanana de Rita, Totón, leyó una comunicado de agradecimiento a las personas que les habían acompañado, en el que afirmó que «el único juicio que le importa a la familia es el del Todopoderoso». En ese momento todos los allí reunidos aplaudieron durante más de cinco minutos. La emoción era evidente en el ambiente. Especialmente cuando cientos de voces gritaron «vivas» a Rita Barberá, «una gran persona que ha sido fundamental para el desarrollo de Valencia».