Política

Comunitat Valenciana

Desmontando falsos mitos sobre la lactancia en tándem

El organismo tiene en cuenta al más pequeño y garantiza su nutrición, adaptándose la leche a las necesidades de este. La madre debe de priorizar alimentar al recién nacido»

No afecta al desarrollo fetal ni aumenta el riesgo de aborto, ni de un parto prematuro. Tampoco perjudica la salud de la madre, la del hijo mayor, ni la del recién nacido. Ni va a privar al más pequeño de los beneficios del calostro
No afecta al desarrollo fetal ni aumenta el riesgo de aborto, ni de un parto prematuro. Tampoco perjudica la salud de la madre, la del hijo mayor, ni la del recién nacido. Ni va a privar al más pequeño de los beneficios del calostrolarazon

El organismo tiene en cuenta al más pequeño y garantiza su nutrición, adaptándose la leche a las necesidades de este. La madre debe de priorizar alimentar al recién nacido»

Si una madre no interrumpe la lactancia durante el embarazo y continúa lactando a ambos niños después del parto se llama lactancia en tándem. Podríamos decir que es como amamantar a gemelos, pero cada uno de una edad.

A pesar de que cada vez son más las madres que lactan en tándem, siguen existiendo muchos mitos y falsas recomendaciones en relación a esta. Uno de los principales mitos es que el amamantar estando embarazada puede causar un aborto o un parto prematuro. Pese a que existen numerosos estudios que lo desmienten se continua generando miedo en las madres.

¿Qué dice la ciencia al respecto? La oxitocina, que es la hormona responsable de la salida de la leche y se produce al succionar el bebé del pecho, también es la causante de producir las contracciones del útero durante el parto. No obstante, las contracciones uterinas producidas por la secreción de oxitocina durante la succión del lactante al pecho son de poca intensidad y ceden espontáneamente cuando el bebé se suelta del pecho. Además, las contracciones solo van a ser efectivas cuando el parto ya se ha desencadenado. Durante la gestación, el organismo protege al útero liberando otras hormonas que impiden que llegue la oxitocina a las fibras uterinas y se puedan desencadenar contracciones y en consecuencia, un aborto. Si esto no fuese así, las mujeres embarazadas que no están lactando también podrían estar en riesgo de padecer un aborto, ya que el organismo libera oxitocina durante el orgasmo, por lo tanto si las relaciones sexuales no están contraindicadas tampoco tiene por qué estarlo la lactancia.

Tan solo la lactancia estaría contraindicada durante la gestación en situaciones tales como embarazos múltiples, antecedentes de aborto o partos prematuros, circunstancias que requieren a la vez de reposo absoluto. Fuera de estas tres condiciones la ciencia no ha encontrado diferencias significativas en cuanto al número de abortos entre madres lactantes con respecto a madres no lactantes.

Lo que sí es una realidad, es que la producción de leche irá disminuyendo alrededor del tercer mes de gestación debido a la interacción de las hormonas del embarazo con las de la lactancia. Aunque esto no va a suponer un problema para un lactante mayor de seis meses, al no ser la leche materna su única fuente de alimento, sí deberíamos tenerlo en cuenta en el caso de lactantes más pequeños en los que debemos de vigilar que esté recibiendo el aporte adecuado de leche.

Otra de las dudas que surge durante la lactancia en tándem es sobre si la madre llegará a producir calostro. Existe la extendida creencia de que alrededor de la mitad de la gestación se produce un cambio en el sabor de la leche que, unido a una frecuencia mayor del patrón de defecación del lactante. Ello hacía suponer que se produce un cambio en la glándula mamaria para producir el preciado oro líquido. Pero la evidencia actual señala que, analíticamente, la leche que se produce durante el segundo trimestre de la gestación es leche madura. Al parecer, no cambia a calostro hasta unos días antes del parto. El organismo tiene en cuenta al más pequeño y garantiza su nutrición, adaptándose la leche a las necesidades de este. Por lo tanto, en el momento del parto habrá calostro. Y la madre debe de priorizar alimentar al recién nacido.

La lactancia en tándem aporta como ventaja al recién nacido que pierda menos peso, al asegurarle su hermano una buena provisión de leche puesto que no ha dejado de lactar. Puede que el lactante más mayor, durante unos días después del parto demande igual o más que el recién nacido, a lo que a pesar de ser agobiante para la madre, hay que verle la parte positiva, ya que ayudará a la madre a prevenir el riesgo de ingurgitación mamaria.

No hay que tener miedo de que el hijo mayor pueda contagiar enfermedades al recién nacido por compartir el pecho. El recién nacido está expuesto a virus y bacterias que el hermano mayor puede tener, comparta el pecho o no. Es más, el hecho de que la madre comparta la misma inmunidad al estar lactando a los dos, beneficia al recién nacido que va a recibir los anticuerpos que la madre produce para luchar contra virus y bacterias de las que el mayor pueda ser portador.

En definitiva, la lactancia en tándem no afecta negativamente al desarrollo fetal ni aumenta el riesgo de aborto, ni de un parto prematuro. Tampoco perjudica la salud de la madre, la del hijo mayor, ni la del recién nacido. Ni va a privar al más pequeño de los beneficios del calostro. En cambio la lactancia en tándem tiene numerosos beneficios, entre los cuales destacan una menor pérdida de peso en el recién nacido o que permite al hermano mayor seguir disfrutando de los beneficios de la lactancia materna ayudando a la relación y adaptación entre hermanos.

Tan solo resta añadir que la lactancia en tándem es una decisión personal de cada madre que los profesionales sanitarios debemos respetar, dando la información científica adecuada para ayudarla a que decida.

Pueden enviar sus preguntas a consultalactancia@larazon.es