Los estudiantes valencianos se preparan para la era del «Digital Farming»

La Escuela de Agrónomos de Valencia, pionera en formar a los profesionales en nuevas tecnologías agrícolas

Uno de los principales retos de la agricultura en el siglo XXI es su transformación digital y su actualización a la realidad de esta nueva era. De ahí que el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación haya puesto en marcha la Estrategia de Digitalización del sector agroalimentario y forestal y del medio rural. El objetivo es impulsar la transformación digital de estos sectores en un mundo cada vez más global y con mayores exigencias del mercado. Estamos inmersos en el «Digital Farming» y usar las nuevas tecnologías disponibles para mejorar los recursos y cultivos es una realidad incuestionable.

Las instituciones que se encargan de formar a los futuros profesionales son conscientes de que el sector de la agronomía y el medio natural avanza rápidamente en una sociedad tan cambiante como la que vivimos. Entre ellas, la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica y del Medio Natural (EAMN), perteneciente a la Universitat Politécnica de València (UPV), que desempeña un papel fundamental en el desarrollo económico del sector agroalimentario de la Comunitat Valenciana.

Este centro es pionero en España en la implantación del Proyecto de Innovación y Mejora Educativa (PIME), basado en metodologías activas en las que el alumno es el protagonista y aprende desde la práctica.

Nuevos retos

Esta innovación se inicia en el ejercicio 2019-2020, en el Máster Universitario en Ingeniería de Montes, ya que la gestión de los bosques es uno de los principales retos a los que se enfrenta la sociedad actual.

Y es que la superficie forestal de España ha crecido un 33 por ciento desde 1990, hasta situar a nuestro país en el puesto número 76 del mundo por superficie forestal, según datos del Banco Mundial.

Ante esta realidad, este sistema educativo por proyectos lleva al estudiante a desarrollar actividades formativas de alto impacto, multidisciplinares e interdisciplinares, que permite un aprendizaje desde la práctica y una salida al mercado laboral acorde a la realidad del sector.

«En esta adaptación, la escuela debe ser un motor fundamental que contribuya a la digitalización de nuestro sector», explica al respecto el director de la EAMN, Alberto San Bautista.

Por ello, desde la Escuela ya se ha comenzado a trabajar para aunar las competencias específicas de las nuevas tecnologías con las competencias propias del ámbito agroalimentario. Así, «los nuevos profesionales del sector agroalimentario podrán ejercer ayudando a la sociedad en aspectos como la seguridad alimentaria, la mitigación del impacto del cambio climático y el desarrollo sostenible y armónico de nuestra economía».

En esta entidad, que el próximo mes cumple su 60 aniversario, han sido miles los profesionales que se han formado y se forman en las diferentes profesiones que se imparten y que son clave para el futuro de la sociedad, como ingenieros agrónomos, de montes, forestales, biotecnólogos o tecnólogos de los alimentos, entre otros.

«Uno de nuestros objetivos siempre ha sido que los miles de egresados y egresadas de nuestra escuela puedan contribuir al crecimiento económico de nuestra sociedad, y que la investigación e innovación generada en la Escuela pueda transferirse al sector agroalimentario y contribuir a su crecimiento», asegura San Bautista.

Y es que, según un estudio publicado recientemente, la Ingeniería Agrícola y del Medio Rural o Ingeniería Agroalimentaria es una de las 14 profesiones con más futuro. Por ello, la Escuela ofrece otras innovaciones para el siguiente curso como el doble Grado en Ingeniería Forestal y del Medio Natural + Ciencias Ambientales.