PP, encuesta que la carga el diablo

El meollo de la cuestión no es saber el índice de conocimiento de las cinco personas incluidas en la encuesta realizada por la Dirección nacional del PP y que tanto revuelo ha armado y tantos nervios ha provocado entre los populares valencianos, especialmente entre quienes tienen aspiraciones a ser el candidato a la Alcaldía de Valencia.

Como comenta mi amigo Rogelio «para eso no hace falta encuestas. Hoy por hoy Esteban González Pons gana por goleada». ¿Para qué, entonces? Para conocer si hay alguien más en condiciones de obtener un concejal más que Ciudadanos. Si existe -da igual María José Catalá, Luis Santamaría o Vicente Betoret- será la persona elegida. De esta forma se lograrían los dos objetivos: dar en el clavo y liberar a González Pons de la responsabilidad porque su trabajo en Bruselas hoy es prácticamente imprescindible para Pablo Casado. Otra cosa será que no se dé con la tecla afinada y perfecta.

El asunto se ha elevado casi a problema por las derivadas que la consulta de marras ha tenido dentro de la organización valenciana. Según mi amigo, a Isabel Bonig no le ha hecho gracia la ausencia de Eusebio Monzó ni del independiente que, al parecer, tiene en su cabeza y que a nadie ha desvelado. Esos son sus candidatos, como coinciden todas las opiniones. No contentos con ello, «le han metido a Català, Santamaría y Betoret -lo de Broseta es una ‘cagada’- permítaseme el vocablo». Ha quedado, cuanto menos, desairada.

Cabe señalar el rebote agarrado por la filtración detallada y revelada por Las Provincias hace unos días. Como en las novelas de crímenes ¿quién es el beneficiario? Así es la vida.