Política

Ayuntamiento de Madrid

Los vecinos ponen contra las cuerdas a Rommy Arce

Minutos antes del inicio del pleno de Arganzuela, la tensión se creó en la calle por la confluencia de una manifestación antifascista y las reclamaciones contra la edil.

Los vecinos de Arganzuela se han enzarzado en el Pleno/Foto: Cristina Bejarano
Los vecinos de Arganzuela se han enzarzado en el Pleno/Foto: Cristina Bejaranolarazon

Minutos antes del inicio del pleno de Arganzuela, la tensión se creó en la calle por la confluencia de una manifestación antifascista y las reclamaciones contra la edil.

La pesadilla de Carmena tiene nombre y apellido. Rommy Arce, concejala presidenta de los distritos de Arganzuela y Usera, es una de las ediles que más quebraderos de cabeza le genera. El último, el de ayer, donde fue recibida con abucheos a la entrada del pleno municipal de Arganzuela, hacia donde se desplazó después de agradecer la concentración antifascista en su apoyo. Los «¡Fuera de aquí!» y los «Viva Rommy» se entremezclaron en un fuego cruzado que generó momentos de mucha tensión entre los integrantes de la Plataforma por la Defensa de la Escuela Municipal de Remo y entidades vecinales de varios distritos y los componentes de un grupo antifascista, que se saldaron sin incidentes a excepción de la «patada» que un hombre trato de propinar a otro de los asistentes. Pese a todo, la Policía Municipal y Nacional allí presentes, no se vieron obligados a intervenir.

El «desahucio» de la Escuela de Remo del río Manzanares, por un lado, y la insalubridad, los problemas de seguridad y una mala comunicación con los vecinos, por otro, forman el abanico de reproches que sopla en contra de Arce, blanco de las críticas de los residentes de Usera y Arganzuela y principal objetivo de una oposición que ha pedido su dimisión o cese en numerosas ocasiones. Tanto que, confirmada la decisión de Manuela Carmena optar a la reelección, se da por sentado su salida de la lista con la que la alcaldesa concurrirá a los comicios de 2019. Pero la regidora la mantiene y Arce no deja de desoír las denuncias vecinales. La última, hace unos días, cuando aseguró que no dimitirá «porque no tiene ninguna razón para ello». Tampoco entienden por qué debe hacerlo los integrantes de diferentes colectivos antifascistas, entre ellos la plataforma municipalista Ganemos Madrid o Anticapitalistas de Madrid –vertiente a la que pertenece la concejala presidenta Arce–, que se dieron cita antes del pleno.

A las 17:30 horas, se celebró una concentración bajo el lema «Si nos tocan a una, nos tocan a todas» y «Fuera fascistas de nuestros barrios», a colación de la agresión a una mujer de 70 años conocida como «Kutxi», miembro de Ahora Madrid, en el pregón de las fiestas de La Melonera. Concretamente, la concentración estaba llamada a confluir frente a la sede de la Junta Municipal de Arganzuela, pero tuvo que ser desplazada por la Policía Nacional para evitar un encontronazo con las entidades vecinales contrarias a la concejala. Allí, Arce les saludó y agradeció su apoyo. También llamaron a secundar la protesta el diputado de Podemos en la Asamblea de Madrid, Raúl Camargo, que abogó por «no seguir consintiendo que el fascismo se extienda por los barrios populares de Madrid».

Por su parte, ataviados con pancartas –en las que se pudo leer «PSOE, mójate, ¿cordura o dictadura», «Todos remando como un solo hombre», «Rommy, dimite, este distrito no te admite» o «Somos vecinos, no fascistas» –, pitos y megáfonos, casi un centenar de vecinos y remeros mostraron su repulsa ante el cierre del tramo que les permite practicar su actividad y lo que consideran una «gestión pésima» y «vergonzosa». Los remeros municipales, expulsados de Madrid Río, reivindicaron que el suyo «puede ser un deporte en vías de extinción en esta ciudad». Por ello, animaron a los vecinos de Chamberí, Lavapiés, La Latina, Arganzuela y Usera a unirse bajo la misma pancarta y «remar como uno solo», como ya hicieron el pasado 5 de septiembre con motivo del pleno de distrito de Usera. Y es que a éstos se les sumaron también los vecinos de Chamberí, que bajo el colectivo Chamberí Se Defiende, denunciaron la «mordaza» que les impuso la concejala presidenta Esther Gómez Morante (y vicepresidenta del distrito de Arganzuela), al vetar sus preguntas durante la sesión plenaria del pasado 10 de septiembre.

A las 18:00 horas estaba previsto que comenzara el pleno, que se retrasó veinte minutos a consecuencia de los gritos y pitadas a favor y en contra de Arce. La edil pidió «tolerancia, calma y respeto» para el pleno, donde están representadas todas las fuerzas políticas con diputados en el Ayuntamiento. Esta vez, al contrario de lo sucedido en el pleno de Usera, que se vio obligada a suspender, Arce aseguró que se iba a celebrar. «No nos vamos a levantar».

Arce transmitió al auditorio que al finalizar daría un turno de palabra libre para que quien quisiera expresar algo, una declaración que se respondió al grito de «mentirosa» por parte de algunos de los asistentes. «Por favor, nosotros no os hemos faltado al respeto», espetó. «¡Cada día de tu legislatura!», le contestaron. El único momento de calma antes de comenzar la sesión fue gracias al minuto de silencio por la vecina de Villaverde asesinada por su ex pareja.

A la hora de debatir sobre la solicitud, por parte del grupo Ciudadanos, de poner en marcha un centro dotacional integrado que sirva como ludoteca para el cuidado de los más pequeños cuando sus padres realizan deporte, tras la respuesta favorable de la concejala de Ahora Madrid, la portavoz del grupo municipal popular, Victoria Pilar García Vaquero, hizo pública su «enorme sorpresa», ante el hecho de que «Ahora Madrid hable de conciliar la vida deportiva con la de las familias, cuando tiene a los remeros fuera del Manzanares».

El punto de máxima tensión se alcanzó al momento de tratar el punto número seis del orden del día, presentado por el PP, que solicitaba «que la concejala presidenta cumpla el Acuerdo Plenario de octubre de 2016, aprobado por unanimidad, en el que la edil de Medio Ambiente y Movilidad afirmó que es compatible la renaturalización del río con mantener la práctica de remo». Carmen Castell, concejala popular, afirmó que «Carmena actuó con nocturnidad y alevosía, renovando en junio el convenio y desahuciando ahora a los remeros» a quienes, dijo, «manda a 70 kilómetros de Madrid». Finalmente, esta proposición se rechazó por mayoría, con los votos en contra del PSOE y Ahora Madrid, y a favor de Ciudadanos y Partido Popular. Esta decisión provocó de nuevo los abucheos de los remeros, el abandono de la sala por parte de algunos y los vítores de quienes fueron a apoyar a la edil y lemas como «¡A remar a las galeras!».