Los remeros ven «inviable» ir a la Casa de Campo

El Consistorio anunció ayer su idea de que practiquen en el lago, pero nadie se lo ha comunicado.

B. V. C.

Por fin, tras casi un año de obras, el agua vuelve al lago de la Casa de Campo. Las obras han supuesto, además de la limpieza del vaso, la construcción de un embarcadero de madera de 250 metros cuadrados y cuatro pantalanes para piraguas y embarcaciones de recreo; la reconstrucción del muro perimetral del lago; la instalación de una nueva barandilla de acero inoxidable; nuevas zonas como un mirador con bancos y una playa con praderas de césped.

Pero no sólo eso, «hemos encontrado muchísimas cámaras de fotos, móviles, discos duros, CPU de ordenadores, columbarios...», relató ayer a los periodistas la directora general de Gestión del Agua y Zonas Verdes del Ayuntamiento de Madrid, Beatriz García San Gabino.

Pero no sólo las percas volverán al lago, García San Gabino también anunció ayer que se «van a ampliar los horarios, no la capacidad, para que la escuela pueda remar aquí», en referencia a la Escuela Municipal de Remo a la que, hace meses, desahuciaron del Manzanares. Eso sí, esta decisión ayer no se la habían transmitido ni a la Federación de Remo ni a la escuela.

«Sólo sabemos que la semana que viene, la Federación se reúne con los responsables de Casa de Campo, pero desde el Ayuntamiento no nos han dado ninguna información», explica Lola Sola, portavoz de la plataforma en defensa de la Escuela Municipal de Remo Madrid Río. Pero pone en duda el funcionamiento de este planteamiento: «¿Cómo quieren que entremos todos si allí ya están los piragüistas y las barcas de recreo?». Pero el principal problema que perciben desde la plataforma es cómo trasladar a los menores de la escuela hasta la Casa de Campo y en qué horarios. «Tendremos que hacer una excursión cada día y no sé si pretenden que vayamos a las siete de la mañana a practicar. No es viable», añade.

Por el momento, la plataforma ya ha reunido 10.000 firmas para que les permitan volver al río y, además, «ya nos hemos puesto en contacto con abogados, para ir por la vía judicial». También trabajan con científicos independientes para elaborar un nuevo informe.