
Tribunal Supremo
Vergüenza

La decisión del TSJA sobre la sentencia a 19 años de cárcel por el asesinato de mi hermana es una vergüenza para cualquier persona con sentido común. Mi madre, que habló con amor, inteligencia y fortaleza para defender el nombre de mi hermana, se ha derrumbado. Por su formación en Derecho y en la oficina del fiscal, entiende los procedimientos legales y aprecia las virtudes de un sistema basado en las pruebas y en la determinación de castigar a quien comete un crimen. Mi padre, también retirado de la Fiscalía en EE UU, criticó las leyes españolas, calificándolas como «estúpidas». Mis padres no son personas que simplemente desaprueben esta decisión, tienen conocimientos legales, por lo que cada miembro del TSJA debe avergonzarse. Son una vergüenza no sólo para ellos sino para todo su país. En los EE UU, si un español fuese asesinado en la horrorífica situación de mi hermana, nuestro sistema judicial haría pagar el asesinato con el máximo tiempo posible. El TSJA podría haber paliado el dolor y el sufrimiento de la muerte de Laura si hubiera aumentado la pena a 25 años y no hubiera cuestionado nuestra decisión. En cambio, continuó con la degeneración general –un convicto que violó su libertad provisional– y no aporta nada a la sociedad. ¡La propia madre de Gordillo dijo que no lo apreciaba en el juicio! EE UU invierte billones a la economía de España. Intenté informar a los representantes de las más altas instancias del Gobierno de EE UU sobre la arrogancia demostrada por el TSJA y el insulto con una decisión que afecta a una ciudadana estadounidense. Además, nunca entenderé cómo el presidente y el jurado argumentaban la pena de 19 años basándose en que Gordillo mostró «humanidad» al decirle a la Policía el lugar donde abandonó el cuerpo descuartizado de mi pobre hermana. Los españoles deben rechazar esta decisión y el mensaje que se envía al mundo acerca de su sistema judicial. La burocracia que envuelve todo debe dar una explicación.
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