Lotería de Navidad

Estas son las personas que cada año tienen prohibido jugar a la Lotería de Navidad

En la lotería , la suerte no lo es todo: las reglas también definen los límites de esta tradición

Un hombre prepara el bombo para el Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad 2023 en el Teatro Real de Madrid
Un hombre prepara el bombo para el Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad 2023 en el Teatro Real de MadridEduardo ParraEuropa Press

En España, la Navidad no comienza con villancicos ni luces en las calles, sino con el sonido inconfundible de los niños de San Ildefonso cantando números y premios Este 2024, el Sorteo Extraordinario de Navidad promete repartir 2.702 millones de euros, una cifra récord que, como cada año, despierta ilusiones, refuerza tradiciones y alimenta la esperanza de miles de personas que sueñan con el "Gordo".

Pero detrás de la magia de este evento, que une a familias, vecinos y compañeros de trabajo en torno a décimos compartidos, hay un entramado legal diseñado para proteger su esencia. La Ley de Regulación del Juego (13/2011), que marca los límites de esta fiesta de la suerte, estableciendo quién puede participar y cómo se asegura la transparencia de uno de los hitos más esperados del año. Porque en la lotería, no todo es azar; también hay reglas que preservan la confianza.

Una tradición que mueve a todo un país

La Lotería de Navidad no es solo un sorteo, es un fenómeno social que une a España en torno a la ilusión y las tradiciones compartidas. Este 2024, según datos de la Asociación Española de Consumidores, cada ciudadano gastará una media de 73,84 euros en décimos. Las administraciones de lotería se llenan de familias, amigos y compañeros de trabajo que buscan números cargados de significado, compartiendo no solo boletos, sino también esperanzas y supersticiones.

Sin embargo, mientras millones participan en esta fiesta de la suerte, hay colectivos que no pueden formar parte del sorteo. Ya sea por cuestiones legales, profesionales o incluso por decisión propia, las restricciones existen para garantizar un juego responsable y ético.

¿Quiénes quedan fuera del sorteo más esperado del año?

Aunque el 22 de diciembre simboliza ilusión para la mayoría, la normativa establece límites claros para ciertos grupos. Desde menores hasta profesionales vinculados al sector del juego, la regulación busca preservar la integridad y proteger a los más vulnerables.

1. Menores de edad: los grandes excluidos

En España, los menores de 18 años tienen prohibida la compra de décimos, una medida equiparable a las restricciones sobre alcohol y tabaco. El objetivo es proteger a los jóvenes de los riesgos asociados a los juegos de azar. Sin embargo, la norma no está exenta de controversia. En 2019, un adolescente de 15 años adquirió un décimo que resultó premiado en la Lotería de El Niño, abriendo un debate sobre la necesidad de reforzar los controles.

2. Personas incapacitadas legalmente

Quienes han sido declarados incapaces por resolución judicial tampoco pueden participar directamente. En estos casos, la responsabilidad recae en sus tutores legales, que son quienes gestionan tanto la compra de los décimos como el cobro de los premios.

3. Adictos al juego registrados voluntariamente

El Registro General de Interdicciones de Acceso al Juego (RGIAJ) incluye a personas con problemas de ludopatía que han solicitado ser excluidas de cualquier actividad relacionada con los juegos de azar. Este mecanismo les permite mantenerse alejados de un entorno que podría poner en riesgo su recuperación.

4. Profesionales del sector del juego

Empleados de la Comisión Nacional del Juego, sus directivos y familiares cercanos tienen estrictamente prohibido participar en sorteos supervisados por el organismo. Lo mismo ocurre con trabajadores y accionistas de empresas operadoras de juegos de azar, que no pueden tomar parte en sorteos gestionados por sus propias entidades.

Aunque estas restricciones no afectan específicamente a deportistas o árbitros relacionados con apuestas deportivas, sí refuerzan el compromiso del marco regulador con la transparencia y la ética, pilares fundamentales de la confianza en la Lotería de Navidad. La magia del sorteo sigue intacta para la mayoría, pero no está exenta de reglas que garantizan que todos juguemos con justicia.

Una ilusión que no todos pueden compartir

El Sorteo de Navidad es mucho más que un evento económico; es una tradición que une a generaciones en la misma ilusión. Sin embargo, las restricciones legales recuerdan que el acceso al juego debe ser responsable y que la protección de ciertos colectivos está por encima de la participación en esta celebración.

Con el 22 de diciembre en el horizonte, los españoles sueñan con escuchar su número entre los premiados. Para algunos será un día de esperanza cumplida; para otros, un recordatorio de que las normas están diseñadas para proteger a todos. Y tú, ¿ya has elegido tu número de la suerte?