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Repsol
Medio ambiente, la asignatura pendiente
La educación es, dice la Unesco, fundamental para luchar contra los desafíos medioambientales. Pero ¿cómo introducir el cambio climático en el currículo? Cada vez son más las iniciativas que pretenden acercar de forma lúdica estos retos a los niños y convertirles ya desde las aulas en los líderes futuros del desarrollo sostenible
Pasar tiempo en el campo o tener contacto con animales y plantas puede ayudar a los niños a concienciarse sobre la necesidad de proteger el medio natural. Porque como se dice popularmente no se puede proteger lo que no se ama ni amar lo que no se conoce. Las aulas también son un buen lugar para crear esa sensibilidad. Los talleres o materias que abordan la sostenibilidad pueden servir para crear buenos hábitos y que las nuevas generaciones afronten mejor preparadas desafíos como el del cambio climático. Así lo entiende la Unesco que en los años 60 acuñó el concepto de educación ambiental como un instrumento imprescindible para dar respuesta a los retos medioambientales. Desde entonces esta organización promueve su desarrollo y este mismo año, con motivo de la Conferencia Mundial sobre la Educación para el Desarrollo Sostenible, ha aprovechado para recordar a los países la necesidad de incorporar esta materia en el núcleo de su currículo antes de 2025.
La educación desde la infancia es crucial para la concienciación medioambiental temprana. Pero, ¿cómo abordarla? Las tareas prácticas y de juego o las actividades que apelen a su parte afectiva pueden facilitar que los niños adquieran estos conocimientos y los apliquen también en el futuro. Así lo cree la Asociación Española de Educación Ambiental, que ayuda a los colegios a organizar cursos y talleres, por ejemplo, de reciclaje.
Instituciones públicas y empresas se han puesto manos a la obra y cuentan con programas y herramientas que desarrollan estas materias de forma lúdica y práctica. Las hay de todo tipo, desde las que proponen salidas de campo para conocer la biodiversidad urbana cercana al cole a talleres para que los niños diseñen su propio tejado solar. Y parece que los programas están funcionando porque a día de hoy “el 47% de los jóvenes de 14 a 29 años ya considera que el cambio climático es el problema más importante”, según el Informe Juventud en España 2020 de Injuve.
“He aprendido un montón sobre energías, renovables y no renovables y que tenemos que cambiar nuestras dinámicas. Si no vamos a tener numerosos problema”, dice Ángela Marín, estudiante de 3º de la Eso en el colegio Alameda de Osuna al salir de una clase. Su colegio ha apostado por integrar estos conocimientos en sus aulas, entre asignaturas más tradicionales como Mates o Lengua, y hacerlo además, a través de una herramienta educativa innovadora, en la que han colaborado dos expertos en Energía y Educación: Chema Lázaro y Javier Espinosa, ambos Premio Nacional de Educación, y Juan Núñez, pedagogo especializado en innovación educativa. Se trata de Fundación Repsol Zinkers, un proyecto educativo en el que tanto profesores como alumnos acceden a recursos y actividades interactivas que les enseñan cuáles son los retos de la transición ecológica o en qué consisten los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Esta propuesta educativa se base en realizar actividades que fomenten el trabajo cooperativo y la creatividad entre los escolares. Por ejemplo, una posibilidad es que los alumnos de Secundaria se dividan en grupos para resolver algún reto relacionado con los ODS como el de Energía asequible o el llamado Acción por el clima, encarnando diferentes roles, desde “techie, influencer, trendie, stratego o thinker”. “Este modelo coloca a los alumnos en el centro de la toma de decisiones y genera autonomía y aprendizajes significativos que les dejan impronta”, afirma Juan Núñez.
Con el lanzamiento este curso escolar del programa de Primaria, Zinkers abarca todo el ciclo educativo desde los 6 a 16 años, ofreciendo a los profesores todo lo que necesitan para impartir en el aula los contenidos curriculares sobre Transición Ecológica y Agenda 2030, novedad en la nueva Ley de Educación (LOMLOE). Zinkers Primaria está adaptado a cada una de las etapas de este ciclo educativo y se puede trabajar de forma colaborativa entre los docentes que imparten diferentes asignaturas.
Los profesores también tienen acceso a la plataforma, a programas educativos estructurados, que les permiten integrar conocimientos sobre sostenibilidad en las materias que imparten. Entre los recursos hay vídeos, infografías, actividades digitales… todos ellos adaptados al currículo escolar de Primaria y Secundaria, de forma que cada profesor pueda enseñar según las necesidades de su clase y la asignatura que imparte, ya sea esta Física, Química, Biología, etc.
La experimentación facilita, sin duda, la adquisición de conocimientos. Al menos eso es en lo que se basan las técnicas de enseñanza contemporáneas. Así que no parece para nada mala idea que se usen plataformas digitales y herramientas interactivas como estas en las aulas. Sembrar conocimientos prácticos entre los más pequeños es un primer paso para ayudarles a abordar los retos que se encontrarán de adultos.
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