Cosas caras y cosas baratas, ¿qué da la felicidad realmente?

Francisca es consciente de que hay decisiones en su vida que ha ido retrasando, algunas porque las consideraba caras o, quizás, estaban atrás en su lista a causa de excusas que ella misma se ponía. Francisca con 76 años postergaba su decisión de realizarse un tratamiento para mejorar su dentadura, más por miedo que por precio.

Sin embargo, el pensar en el bienestar, la comodidad y sobre todo la felicidad que ese tratamiento dental representaría en su vida, la llevó a tomar el primer paso. La búsqueda de una clínica.

Su búsqueda fue intensa, pues ella necesitaba sentir la confianza de quien la trataría para tomar su decisión. Es en ese momento cuando encuentra, no solo a una gran profesional, sino además una gran mujer, a quien mirándola a los ojos puedes intuir su pasión y entrega en lo que hace, sintiendo la firmeza de que tu tratamiento está en las mejores manos.

Una mirada sincera, un apretón de manos y las palabras de la Doctora Marta Peydro, experta en implantología y blanqueamiento dental “es mi absoluta prioridad, ayudarte a conseguir un excelente resultado en tu sonrisa, todo va a salir bien, estamos aquí para ello” fueron el empujón que a Francisca la llevó a tomar su decisión y empezar su tratamiento.

Hoy lleva implantes de carga inmediata y sonríe con la plenitud de quien sabe que luce perfecta. Para Francisa esto es felicidad. Sonreír sin complejos, sin vergüenzas o miedos, sonreír como sinónimo de felicidad.

Felicidad que hoy su nieto también comparte, pues se ha puesto en manos de la otra mitad de la Clínica Peydro Herrero, el Doctor Diego Peydro, experto en ortodoncia invisible y quien hoy lo trata con el cuidado y la precisión que solo puede tener una persona con tanta experiencia, 20 años de una gran trayectoria.

Y aquí descubrí que la felicidad no es cara ni barata, simplemente depende del valor y la felicidad que te aporte. Del bienestar que sume a tu vida. A esto le llamo felicidad, a encontrar en quien confiar tus decisiones, a sentirte bien tanto por dentro como por fuera.