La reducción de la huella de carbono, un paso necesario para un mundo más sostenible

En el cuidado del entorno participamos todos. A la hora de impulsar el cambio hacia un mundo sostenible, cualquier esfuerzo suma y resulta necesaria la implicación de organizaciones y agentes sociales a distintos niveles. Conscientes de esto, Clece, compañía líder en la prestación de servicios esenciales, lleva años inmersa en un proyecto medioambiental tan firme como lo es su compromiso social con las personas.

Uno de los ejes principales de este plan es reducir la huella de carbono que generan los distintos servicios que presta a diario. Este indicador señala el volumen total de los gases de efecto invernadero producidos por la actividad empresarial que desempeña.

Avanzando de forma transparente

Clece cuantifica con detalle sus emisiones de CO2 desde 2015 y busca las mejores opciones para mitigar los posibles impactos negativos resultantes de su actividad. Lo hace de acuerdo con la metodología indicada en la norma UNE-EN ISO 14064, un estándar internacional que aporta transparencia y credibilidad a las mediciones y posteriores informes de las compañías que aplican dicho método.

Este trabajo queda además sometido a una auditoría de verificación de AENOR, que se encarga de forma independiente de analizar y mejorar la calidad de los procesos dentro de las empresas, sobre todo en términos medioambientales y sociales.

Gracias a este tipo de medidas, entre 2019 y 2021, Clece ha reducido su huella de carbono en un 42 %.

Para consolidar el avance en esta línea, la compañía forma parte del Registro de huella de carbono, compensación y proyectos de absorción de dióxido de carbono creado en su día por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (hoy, Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico).

Este registro se estableció en 2014 con el Real Decreto 163/2014, de 14 de marzo, y desde entonces recopila los esfuerzos de nuestras organizaciones a la hora de calcular y reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero.

Con el empleo de esta herramienta, las empresas también pueden compensar parte o toda su huella de carbono a través de proyectos forestales en nuestra geografía, lo que conlleva numerosos beneficios ambientales y sociales.

Además, Clece cuenta con el sello “Reduzco”, un certificado que acredita que la empresa durante un periodo de 4 años ha mostrado una clara tendencia a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero.

“En los últimos años hemos hecho un gran esfuerzo en Clece por implementar diferentes medidas de reducción de emisiones, con el objetivo de minimizar el impacto negativo que nuestra actividad pudiese tener en el medioambiente”, explican desde la compañía.

Medidas que significan mucho

Además de estos sellos y certificaciones, en Clece la responsabilidad social y medioambiental son valores intrínsecos de la compañía. Por eso, llevan a cabo iniciativas que muestran su firme compromiso con la sostenibilidad y les permite avanzar en el propósito de mitigar el impacto de su actividad.

Una de las más interesantes es la renovación de la flota de vehículos incorporando modelos que son más sostenibles, como híbridos o eléctricos.

También se han implantado medidas de eficiencia energética, con el objetivo de reducir el consumo en sus servicios. Un ejemplo de esto es que Clece ha comenzado a sustituir calderas de gas por calderas de biomasa o el gasóleo por gas natural, ambas opciones menos contaminantes e igual de eficaces.

Además, el consumo de energía que se realiza en todas las oficinas y en los servicios en los que asume el control energético, tiene un origen 100% renovable.

Cabe destacar que muchas de las oficinas de la compañía cuentan con una instalación solar fotovoltaica, así como en numerosos edificios donde presta servicios, como residencias, escuelas infantiles o polideportivos. La empresa ha incorporado más de un megavatio de energía en el conjunto de estas instalaciones.

Por otro lado, la compañía está implementando en sus servicios la gestión de compras bajo criterios de sostenibilidad medioambiental. También se está potenciando la valorización de los residuos, haciendo que los desechos tengan una segunda vida, convirtiéndose en un nuevo material o bien en una fuente de generación de energía.

“Tenemos un gran compromiso con la sostenibilidad medioambiental de nuestro planeta. Somos conscientes de la responsabilidad que las empresas debemos asumir en este sentido, y que las acciones que desarrollemos hoy son la base de nuestro futuro”, añade la compañía.