Los bienes de lujo... ¿Son artículos para lucir o inversiones inteligentes?

Muchos sueñan con tener una vida de lujos que más allá del brillo. Esto trae consigo una gran cantidad de comodidades y tranquilidad. Pero, muchas veces ignoramos las cosas tácitas o hasta escondidas que esto puede traer y es que muchos objetos de lujo se llevan por delante un gran presupuesto con el que desgraciadamente, habremos perdido dinero. No es este el caso de las inversiones inteligentes, aquellas que solo pueden incrementar su valor.

Estos son algunos de esos artículos que, a pesar de ser un mero lujo, se convierten en una inversión real.

Arte

Suena aburrido para muchos, incomprensible para otros, pero la verdad es que comprar un cuadro de un pintor con renombre es una de las opciones más acertadas que puedes tomar en tu vida, porque además de ser arte en sí misma, este tipo de piezas son incluso un patrimonio. Esta es la magia del coleccionismo de arte.

Dejando de lado el debate que puede traer la belleza o falta de la misma en una pieza de arte, desde un cuadro de renombre hasta una escultura histórica, siempre será un buen adorno para casa, además de una inversión segura a futuro.

Propiedades

El lujo no solo se luce, también se habita. Una casa, edificio, acciones de una marca gigante, cualquier cosa que de verdad signifique un auténtico lujo, siempre será una inversión. A pérdida o no, lo demarca el tiempo, pero tener entre tus pertenencias una propiedad o bien inmueble es una opción segura para siempre contar con dinero en tu cuenta, algo que te ayudará a mantener el estatus, aunque tengas que venderla.

Joyas

Más allá de la marca de las mismas o los detalles que tengan, las joyas siempre serán una inversión considerable. Si estamos hablando de artículos lujosos exclusivamente de oro o cualquier otro mineral caro, pues mucho más, tal como lo reflejan los excéntricos de la moda o la farándula a lo largo de la historia.

Deportistas, cantantes y actores de Hollywood aparecen como los mayores compradores de joyas en la historia y al final de sus carreras, muchos terminan en problemas financieros al no poder producir lo mismo que en sus años de su juventud, por lo que siempre podrán vender alguna joya para seguir a flote.