El exclusivo hotel islandés asentado sobre un flujo de lava

Desde el pasado 19 de septiembre hemos incorporado la palabra lava a nuestro vocabulario habitual. Asistimos, extasiados primero y horrorizados después, al espectáculo de la explosión de la naturaleza, con la entrada en erupción del volcán Cumbre Vieja, en la isla canaria de La Palma. Por ahora, todo es destrucción y vidas arruinadas. Con el tiempo, con mucho tiempo, se aprovechará todo ello para impulsar una creciente actividad turística, como ya ocurrió en su momento con la vecina isla de Lanzarote.

Hoy, para amansar un poco la lógica tensión que se crea cada vez que la naturaleza da rienda suelta a sus tremendas emociones internas, proponemos un viaje un poquito más alejado, aunque con un nexo común: la lava.

Y es que está abierto al público el espectacular hotel The Retreat (El Retiro, en inglés), que está situado en uno de los lugares más bellos de todo el planeta, la mágica Laguna Azul islandesa, a solo media hora de Reikiavik, la capital del país nórdico. Esta increíble extensión de agua tiene, sorprendentemente, origen humano, ya que se creó en los años 70 del pasado siglo con motivo de los trabajos de construcción de la planta geotérmica de Svartsengi.

Pero todo aquel terreno está asentado sobre un flujo de lava muy porosa, bastante joven, en términos volcánicos, ya que se cree que se debe a una erupción que tuvo lugar en el año 1226.

En ese privilegiado entorno se sitúa The Retreat, un edificio angular que se adapta perfectamente a lo accidentado del terreno. “No se puede saber qué revelará la lava por sí misma hasta que no se haya excavado”, decía Sigríður Sigþórsdóttir, cofundador de Basalt Architects y arquitecto principal del hotel, que tuvo la estupenda idea de incorporar parte de la lava al diseño definitivo. “Tienes que estar preparado para cambiar tu diseño y adaptarlo a la naturaleza. A veces hay que detenerse y repensar todo“.

Entre las exclusivas comodidades de The Retreat, que cuenta con 62 suites, se encuentra un acceso privado a la Laguna Azul, un spa subterráneo, una sala de yoga y el selecto restaurante Moss.