Tecnología

Una nueva forma de entender el lujo: así lucha Bang & Olufsen contra la obsolencia tecnológica

Mads Kogsgaard, director global de producto y encargado de la iniciativa ‘Los Clásicos’ de B&O, nos da las claves para, entre otros aspectos, aprovechar la tecnología del pasado en el futuro.

Mads Kogsgaard, director global de producto y encargado de la iniciativa ‘Los Clásicos’ de B&O.
Mads Kogsgaard, director global de producto y encargado de la iniciativa ‘Los Clásicos’ de B&O.B&O

Mads Kogsaard no puede ser más claro: “El sector tecnológico no es sostenible. Estamos muy lejos serlo. Somos parte del problema, pero también estamos aquí para cambiarlo”. El director global de producto de Bang & Olufsen lleva tiempo trabajando en un interesante proyecto que ya está en marcha: ‘Los Clásicos’, cuya definición explica muy bien en una simple frase: “El futuro está en el pasado”.

Son muchos los objetivos de esta iniciativa. Uno de ellos es estudiar los equipos del pasado para encontrar evidencias de la longevidad tecnológica que puedan aplicarse a la actualidad y al futuro. Puede parecer algo insustancial, pero para nada lo es. El desarrollo de la tecnología trae bajo el brazo una paradoja: a mitad del siglo pasado la vida útil de un producto era de unos 40 o 50 años, ahora no supera los cinco. Y es que ampliar solo un año el funcionamiento de un equipo puede ayudar a evitar la emisión de 4 millones de toneladas de dióxido de carbono, tal y como recoge un informe de la Agencia Europea de Medio Ambiente.

Evento de B&O sobre obsolencia tecnológica celebrado en el Club Monteverdi de Madrid
Evento de B&O sobre obsolencia tecnológica celebrado en el Club Monteverdi de MadridB&O

“Hay que cambiar la percepción del consumidor sobre el valor. Los equipos del siglo XX son perfectamente utilizables hoy en día si se adaptan para ello. Nosotros los abrimos, los estudiamos, mantenemos su corazón, aprovechamos su tecnología y aplicamos la actual para que funcione. El mejor ejemplo lo encontramos en el trabajo que hemos hecho con el Beogram 4.000c de los años 70. Lanzamos 95 unidades en una edición limitada, a 10.000 euros cada una, y se vendieron en seguida. Aplicamos, al fin y al cabo, la economía circular, seña de identidad de nuestro proyecto”, explica Kogsgaard en declaraciones a La Razón.

Beogram 4.000c
Beogram 4.000cB&O

Y es que nuestra manera de comprar llega a ser incongruente con lo que la sociedad entiende por lujo. Hoy, estamos acostumbrados a comprar mucho, usar y tirar. Es una tendencia que, poco a poco, va cambiando: “Nuestra filosofía es que se compre menos, pero que el producto dure más. Esa debería ser la verdadera percepción del lujo y es el camino que siempre hemos intentado seguir nosotros: diseño atemporal y una tecnología con una vida útil importante”.

Todo esto se basa en una forma de trabajar que resulta cuanto menos interesante. Kogsaard nos explica algo muy curioso de los productos de B&O: “Cuando, por ejemplo, compras un nuevo altavoz de nuestra marca y lo abres, el producto solo está aprovechando en ese instante el 50% de su potencial, algo que no influye, por supuesto, en su calidad, que es óptima. El objetivo es dejar otro 50% más para actualizarlo en el tiempo y aplicar los cambios necesarios en el software para que perdure en el tiempo”.

Procedimiento de cambio de batería y diseño de los altavoces B&O
Procedimiento de cambio de batería y diseño de los altavoces B&OB&O

Una actualización que llevan a cabo los propios servicios técnicos de B&O. Pero, ¿cómo solucionan otro de los problemas de los dispositivos tecnológicos de hoy en día?: la batería. La propia composición y el diseño de los aparatos de la compañía hacen que el propio cliente pueda cambiarla de manera muy sencilla. El que escribe, que no destaca precisamente por una gran destreza en manualidades, lo ha probado con éxito y lo ha conseguido en pocos minutos.

Desde que Mads Kogsgaard llegó a B&O, que se fundó en 1925, la lucha contra la obsolencia tecnológica ha sido una de sus grandes obsesiones. Una lucha que en un mundo cada vez más sostenible es indispensable. Esta manera de trabajar le ha valido a la compañía para ser la primera tecnológica en obtener el certificado Cradle to Cradle, un reconocimiento que resalta la reutilización de productos y la lucha contra los deshechos.