Lujo en la madrileña plaza del Carmen: abre el primer hotel Thompson de Europa

“Con destinos urbanos que guían las conversaciones globales y resorts profundamente arraigados en la escena local, Thompson Hotels ofrece lo mejor de la cultura, recopilado y curado dentro de nuestras paredes”. Con estas palabras se presenta Thompson Hotels, la cadena que acaba de aterrizar en Europa y ha elegido Madrid para ser sede de su primer alojamiento exclusivo. Lo hace de la mano de la cadena Hyatt y en una ubicación absolutamente icónica: entre la plaza del Carmen y la calle de la Montera, en el solar que desde el siglo XVII ocupó la parroquia de San Luis Obispo, más tarde los históricos Almacenes Arias y, hasta 2017, los no menos míticos cines Acteón.

El nuevo hotel madrileño es, según se puede leer en la propia página web de la cadena, “un impresionante monumento de diez plantas dedicado a la alegría de vivir llevada todavía un paso más allá, ofreciendo un lugar con su magnetismo y siempre accesible para disfrutar, inspirar e inspirarse”. Inspirado en el próximo kilómetro cero, el alojamiento “marca el lugar desde donde se miden todas las distancias en España, todos los viajes comienzan en Madrid y todas las auténticas experiencias madrileñas para nuestros huéspedes comienzan en Thompson Madrid”, según reconoce el gerente general del flamante hotel madrileño, Carlos Erburu.

Thompson Madrid dispone de 175 habitaciones y suites, incluida un penthouse de dos plantas, con suelos de madera, inspiración residencial, detalles en piel y mármol y accesorios escultóricos. Hay lugar en el exclusivo alojamiento para una formidable piscina, sala de fitness y hasta tres restaurantes diferentes.

El primero, de nombre TAMA, trae la experiencia gastronómica de la comida ancestral española, reinterpretada por el galardonado chef Nino Redruello, del Grupo La Ancha. Es este grupo hostelero el encargado de dotar al hotel de su completísima oferta de restauración. La segunda opción es The Omar, con obrador propio y carácter auténtico y artesanal muy marcado. Una carta sencilla y cambiante que servirá para fomentar la interacción entre los comensales. Por último, Hijos de Tomás, una coctelería ubicada en el sótano del hotel que es el resultado de una fuerte sinergia entre el ambiente de las coctelerías del Madrid de los años 50 y la clandestinidad de la Ley Seca en Estados Unidos.