Okupación

La obsesión intervencionista de la izquierda con la vivienda

Disponer de las viviendas ajenas como si esto fuera el «¡Exprópiese!» chavista pisotea el derecho a la propiedad. Pero pretender que los okupas puedan adelantar a los demás adjudicatarios de viviendas sociales, atenta contra la igualdad de oportunidades

Imagen de un chalet con las ventanas tapiadas en Leganés por el miedo de sus propietarios a que sea ocupado ilegalmente. © Jesús G. Feria.
Imagen de un chalet con las ventanas tapiadas en Leganés por el miedo de sus propietarios a que sea ocupado ilegalmente. © Jesús G. Feria.Jesús G. FeriaLa Razon

Si hay una materia donde el Gobierno de la Nación, y muy especialmente el sector de Podemos, demuestra una auténtica obsesión intervencionista, es la Vivienda. Es precisamente donde mayores contradicciones demuestra dicho sector y mayor ineficacia dicho Gobierno.

Las medidas anunciadas recientemente, plasmadas en Decretos o adelantadas en declaraciones de intenciones, constituyen una auténtica injerencia en la esfera social y personal, cuando no una invasión de competencias autonómicas y, mucho más grave, un atropello a derechos constitucionales.

Disponer de las viviendas ajenas como si esto fuera el «¡Exprópiese!» chavista pisotea el derecho a la propiedad. Pero pretender que los okupas puedan adelantar a los demás adjudicatarios de viviendas sociales, atenta contra la igualdad de oportunidades. Y pretender topar los precios de alquiler atenta también, entre otras cosas, contra el sentido común, ya que la experiencia en ciudades como París o Berlín ya nos adelanta el fracaso práctico de dicha medida, netamente ideológica.

El mercado de la Vivienda necesita una seguridad jurídica que le permita alumbrar la oferta suficiente para evitar la subida de precios provocada por su escasez. La vivienda precisa de una estabilidad comprometida constantemente por estos anuncios, que sólo provocan incertidumbre

En un momento donde la situación económica va a necesitar apoyarse en sectores como el inmobiliario, debemos ser muy prudentes en lo político, y muy responsables en la gestión, y trabajar para ofrecer oportunidades de acceso a la vivienda como la que representa del Plan Vive, que acaba de alumbrar la Comunidad de Madrid, con más de 25.000 viviendas en alquiler a precio reducido. Eso y mejorar el marco fiscal de la vivienda, reducir la burocracia en el urbanismo y generar seguridad jurídica y estabilidad normativa, porque el Derecho a la Vivienda se defiende con hechos, no con palabras o intenciones que acaban comprometiéndolo.