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El fiscal pide al Tribunal Supremo que confirme la condena a Isa Serra

El TSJ de Madrid le impuso 19 meses de prisión por los delitos de atentado y lesiones a agentes de la Policía Municipal. Podría ser diputada incluso si se avala la sentencia condenatoria

La portavoz de Podemos, Isa Serra durante una rueda de prensa en la sede de Podemos
La portavoz de Podemos, Isa Serra durante una rueda de prensa en la sede de PodemosJ.J. GuillénEFE

La Fiscalía del Tribunal ha pedido que se confirme la condena a 19 meses de cárcel y otros tantos de inhabilitación para el sufragio pasivo que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid impuso a la hasta ahora diputada y portavoz de Podemos en la Asamblea de Madrid, Isa Serra, considerada muy afín a Pablo Iglesias, por los delitos de atentado, lesiones leves y daños tras considerarla responsable de haber dado empujones, insultado y haber arrojado objetos contra agentes de la Policía Municipal durante una protesta en contra de un desahucio en el madrileño barrio de Lavapiés en 2014.

Habrá que esperar al día 23 para verificar si Isa Serra forma parte de la candidatura de Pablo Iglesias. En todo caso, en la hipótesis de que se confirmar por el Supremo la sentencia, no tendría que dejar el acta de diputada, ya la que la inhabilitación afecta al derecho de sufragio pasivo pero no le impide poder ocupar cargo público -como informó por error este periódico el pasado viernes-.

En el informe del representante del Ministerio Público se aboga por la inadmisión de plano del recurso y, de manera subsidiaria que se desestimen todos los motivos esgrimidos por la defensa para intentar que la Sala Penal del Tribunal Supremo revoque la decisión del Tribunal Superior de Justicia de Madrid.

Así, se rechaza tajantemente que la dirigente madrileña de Podemos haya visto vulnerado su derecho a la presunción de inocencia, tal como sostiene el recurso, donde se sostiene que no existió una «valoración racional de la prueba de cargo» y, por el contrario, sí una «duda razonable» acerca de su participación en los hechos por los que fue condenada. Y, junto a ello, la defensa esgrime también que el TSJ de Madrid asumió la versión de los funcionarios de Policía Municipal frente los vídeos y fotografías que acreditarían que su actitud fue «pacífica e incluso tímida algo miedosa» por parte de Isa Serra.

Sin embargo, el fiscal rechaza esas tesis y avala que la sentencia del TSJ de Madrid estaba suficientemente fundamentada con los informes médicos, los vídeos – en los que se recogía la totalidad de lo sucedido y no sólo aquellos momentos que no recogían ninguna participación de la diputada regional de Podemos – y las declaraciones de los agentes que sufrieron las lesiones; declaraciones que, añade, fueron «precisas, claras y contundentes, sin atisbo de duda o reserva», algo que mantuvieron durante todo el proceso de esta causa.

Y, junto a ello, se hace una especial mención a dos agentes a los que Isa Serra se dirigió «con especial inquina», todo lo cual viene a avalar la participación de la diputada de la formación morada en los hechos por los que fue condenada.

Llevaba «la voz cantante»

Así, los vídeos recogen los «actos de extrema violencia» que se produjeron sin que mediara provocación alguna por parte de los agentes. Además, el fiscal señala como el TSJ de Madrid aludió al hecho de que cinco agentes reconocieron «sin lugar a dudas» que Isa Serra era de las que llevaban «la voz cantante» y de como les insultó, «con especial escarnio a las mujeres policías», y lanzándoles objetos.

Por otro lado, el representante del Ministerio Público rechaza igualmente que el TSJ de Madrid no individualizara la conducta de Isa Serra. Al respecto, la Fiscalía del Supremo replica que la sentencia que la condenó que, además de que insultara a los agentes, procedió «a dar empujones y lanzó objetos contundentes» a los agentes policiales; y que, además, formó parte de los grupos que «acosaban a los agentes de Policía» y que tuvo una participación directa en todos esos hechos.

Ahora será la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo la que tenga la última palabra.