La construcción del Hospital Zendal por parte de la Comunidad de Madrid vuelve a convertirse en el epicentro de las críticas de los partidos de la oposición a escasas semanas de la celebración de elecciones autonómicas.

SI bien reabrió el debate ayer el candidato del PSOE Ángel Gabilondo dando el primer paso y apostando por convertirlo en un “hospital de verdad” y rechazó su cierre porque seria “dilapidar” el dinero público, hoy, el diputado de Más País, Íñigo Errejón ha utilizado el hospital madrileño como un arma de ataque contra la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso, asegurando que con su construcción había puesto en marcha un “inmenso plató de televisión”. En declaraciones a los medios en el Congreso de los diputados, el portavoz ha apostado por convertirlo en un “verdadero” centro hospitalario de “rehabilitación” para atender a pacientes de media y larga estancia. “Ahora lo que hay que hacer es construir un hospital de verdad”, ha refrendado.

Sobre las elecciones autonómicas, Errejón también ha abundado en la necesidad de que el 4-M sea declarado como día festivo para favorecer la participación de los trabajadores. Para ello, ha pedido al Gobierno que aplique tal condición, debido a la vigencia del estado de alarma. El diputado ha recordado que las elecciones se producirán a las “puertas de una cuarta ola” y que a su partido le preocupa que no se puedan celebrar elecciones con plena normalidad y seguridad, y que “no se pueda garantizar el pleno derecho a la participación”.

Una reclamación a la que se ha unido ERC, e incluso Vox. Los republicanos comparten la necesidad de que la jornada electoral sea declarada como día festivo para proteger la garantía de los derechos de participación. Desde Vox, su portavoz Iván Espinosa de los Monteros, preguntado en rueda de prensa, ha asegurado que no le parece “una reflexión que sea imprudente”, aunque ha admitido que su partido todavía no lo ha debatido.

Los vetos

En clave electoral, Errejón ha censurado la estrategia adoptada por el candidato socialista de negar cualquier posible pacto tras las elecciones con el partido del todavía vicepresidente, Pablo Iglesias. A su juicio “no está el horno para vetos” y ha ahondado en que tras las elecciones hay “que entenderse con todos aquellos que queremos un gobierno decente en la Comunidad de Madrid” porque “en un momento de máxima gravedad no se puede prescindir de nadie”.

En cuanto a la formación de gobierno tras las elecciones, después de que Gabilondo haya apostado por un Gobierno junto a Más Madrid y Ciudadanos, Errejón no ha descartado el apoyo de Cs para un futuro pacto progresista. Eso sí, ha pedido a la formación naranja que renuncie a “las líneas rojas. A su juicio, para impedir un gobierno del PP con Vox, todos los partidos “deben estar dispuestos a sumar”, una ecuación en la que ha incluido a Cs. De hecho, ha recordado que, en 2019, Más Madrid ya rpopueso a los naranjas un acuerdo al comienzo de la investidura. “¿Lo volveríamos a hacer? Sí. Vamos a intentar un gobierno sin líneas rojas y sin vetos para el conjunto de los madrileños”, ha sostenido.