Todos quieren potenciar la FP, aumentar los recursos para la educación, mejorar la calidad del sistema y bajar las ratios. En esto no hay discrepancias. Pero hay cuestiones ideológicas que diferencian claramente las políticas educativas de los partidos de centro-derecha frente a los de izquierdas. Si los primeros defienden la libertad de elección de los padres y se manifiestan en contra de la Ley Celaá, la izquierda apuesta por la educación pública, laica y contra los conciertos.

PP: Libertad y bajada de tasas

La candidata popular defiende la libertad de los padres para elegir el tipo de educación que quiere para sus hijos «preservando toda injerencia política, buscando exigencia, el mérito y el esfuerzo». Pretende construir más colegios, también de educación especial y consolidar la Formación Profesional. Dará incentivos a los profesores que comprometan más horas y más esfuerzo en sus centros educativos y, además, tengan una valoración positiva en su trabajo. Bajará los precios de las matrículas universitarias (una exigencia que ya viene impuesta por el Gobierno) y completará con una cantidad adicional las becas Erasmus.

PSOE: Por un pacto autonómico

Gabilondo quiere lograr un pacto autonómico por la educación y apuesta por una enseñanza pública de calidad con 25.000 plazas más. Cree que se debe garantizar la educación presencial ante la crisis sanitaria implementando recursos y apoyos. Promete un aumento de la inversión educativa por alumno y en los centros para mejora de los mismos. Pretende universalizar la educación infantil de cero a 3 años y 10.000 nuevas plazas para la FP Dual. Bajará los precios universitarios, hasta casi la gratuidad en la primera matrícula.

Cs: Más recursos y más docentes

Apoya la libertad de las familias para elegir el tipo de educación que quieren para sus hijos y se manifiesta en contra de la «ley Celaá». Promete aumentar el número de docentes, un plan para una educación innovadora y de calidad y más financiación para la concertada, para los centros que educan a niños con altas capacidades y para la especial. Garantiza un sanitario en cada colegio, habrá planes de refuerzo y financiación en los centros con alto fracaso escolar. Promete «un verdadero sistema bilingüe», potenciará hábitos saludables en los colegios, impulsará una nueva ley de FP y los profesores tendrán más incentivos y menos carga burocrática.

Más Madrid: Observatorio de FP

La formación que encabeza Mónica García se ha mostrado en contra del «pin parental» de Vox, es partidaria de mejorar la calidad de la educación reduciendo ratios y contratando a más profesorado. Aunque más de la mitad de su programa está orientado hacia la sanidad, su programa hace una apuesta decidida por la Formación Profesional como una forma de impulsar un nuevo modelo productivo. Así, prevé la ampliación de la oferta nocturna de los ciclos formativos, regulará las prácticas de jóvenes en empresas y se creará un observatorio de la FP. Apuesta por la FP Dual.

Podemos: Sin deberes fuera de la escuela

La formación morada apuesta por una educación pública, además de «inclusiva, laica, democrática, científica, feminista, y ecologistas». Ya ha anunciado que aplicará «de inmediato» la Lomloe para poner fin a los conciertos educativos de centros que educan a niños y niñas en aulas separadas. Prevé reducir las ratios en las clases, contratar a 10.000 profesores, eliminará la semipresencialidad que ha traído la covid-19 y garantizará la gratuidad de la educación infantil de cero a seis años. La formación de Iglesias promete más presupuesto para los centros para obras y mantenimiento y más autonomía. Habrá una ley de participación educativa y los deberes se racionalizarán. No habrá fuera del horario escolar.

Vox: Pin parental en las aulas

El partido de Rocío Monasterio basa su programa electoral en diez medidas y a nivel educativo defiende por encima de todas el «pin parental», de tal manera que los padres puedan supervisar los contenidos de las asignaturas complementarias y extraescolares que se imparten a sus hijos. Prometen derogar «leyes ideológicas que permiten adoctrinar a menores en las aulas». Defienden la escuela concertada y la libertad de los padres para elegir el tipo de educación que quieren para sus hijos.