Ha puesto en marcha la oficina del Español y ahora toca celebrar la Hispanidad con un gran festival en el que intervienen estos días más de 200 artistas. La consejera de Cultura cree que el 12 de Octubre es mucho más que un desfile militar. Cree que debe ser una celebración de la lengua y de la cultura del español.
¿Cuál es su visión sobre la hispanidad? ¿comparte lo que dijo Toni Cantó en la Asamblea, que los españoles no conquistaron, sino que fueron liberadores de un poder caníbal?
A mí me gusta ver todo lo que ocurrió después de 1492 como un descubrimiento mutuo, un cruce de culturas, de caminos y el inicio de una edad distinta. Lo que queda de esa cultura común es un idioma que se siembra y crece allí y se convierte en una república de 600 millones de personas que sigue creciendo. No olvidemos que el mestizaje es un fenómeno solamente ligado al Descubrimiento por parte de España. Los matrimonios mixtos se autorizaron enseguida y, a partir de ahí, llega esa mezcla de razas que lo que hace es enriquecer. Me gusta pensar en ese enriquecimiento y me preocupa el movimiento antihispanista que acaba con derribamiento de estatuas y pintadas al busto de Cervantes. Hay que preocuparse por eso y hacer un seguimiento a nivel Gobierno, no solo de Madrid.
Me gustaría que elevásemos el debate y nos centrásemos en la hispanidad, en ese idioma común que nos hermana y que nos abre una serie de oportunidades de crecimiento industrial y económico que no se han visto hasta ahora. Debemos aprovechar la oportunidad de empezar ahora a contar nuestras propias historias porque hasta ahora la América de habla hispana y la propia España parece que no han reclamado una bandera de liderazgo.
¿Por qué cree que ha levantado tantas críticas las declaraciones de Díaz Ayuso sobre el Papa y su comparación del indigenismo como nuevo comunismo?
Me parecen unas declaraciones acertadas. El indigenismo es una forma también de populismo y creo que nace de una profunda intención de manipulación. Cualquier cosa que dice un líder político y se escapa del discurso encorsetado levanta polvareda. Todas esas cosas que se plantean ahora del perdón con carácter retrospectivo...El perdón es un acto individual y personal. Puedo perdón al que ofendo y concederlo al que me ofendió, pero cinco siglos más tarde empezar a sentir unas culpas retrospectivas, me parece absurdo. No es nada sincero. A mí también me sorprendieron las declaraciones del Papa.
¿Qué le parece que Pedro Sánchez haya creado su propia versión de la oficina del español?
Muy bien, no tengo problemas en que se repliquen modelos condenados al éxito. Ojalá lo hubiera hecho antes. Son sorprendentes las furibundas críticas que despertó nuestra oficina y luego el discurso de Pedro Sánchez para justificar la creación de la suya fue exactamente el que hice yo cuando presenté la oficina del español. Se trata de utilizar el español como una herramienta económica, industrial y una palanca de oportunidades de crecimiento para la sociedad española. Me alegro muchísimo de que lo hayan hecho y espero que haya oportunidades de colaborar.
¿Por qué cree que ha molestado que Madrid cree una oficina del español?
Al Gobierno de Pedro Sánchez le molesta cualquier cosa que haga el gobierno de Ayuso. Según se presentó la oficina del español, a los cinco minutos ya estaban despotricando. Es un tema político no estratégico. Cuando reflexionaron sobre lo que queríamos hacer, se subieron al carro. Y me alegro mucho.
¿Qué retorno va a tener para la Comunidad de Madrid esta apuesta por el español?
Es difícil cuantificarlo porque estamos en un momento de impás. ¿Con qué lo comparas, con lo que pasaba hace dos años? Primero hay que trabajar en un posicionamiento de Madrid como destino para estudiantes de español. En el mundo estudian nuestro idioma 22 millones de personas y están viviendo en Madrid 17.000. Ahí hay algo que no funciona cuando tenemos una oferta educativa de primer nivel con buenas universidades, unas infraestructuras muy buenas y una oferta cultural que puede competir con la de cualquier ciudad del mundo, pero parece que Madrid no está siendo lo suficientemente atractiva.
Ahora estamos trabajando muy de cerca con las universidades para ver en qué podemos colaborar y muchísimo con la Asociación de Academias de Español. Queremos hacer una campaña para llamar la atención sobre las posibilidades de Madrid, queremos incluir en nuestros planes el turismo de idiomas.
Crearemos una hoja de ruta, un proyecto para ir avanzando. Y hay que trabajar con los centros de enseñanza y las universidades porque sin ellos la parte educativa no se puede hacer.
Madrid celebra la hispanidad con un gran festival. ¿Cuál es el coste?
800.000 euros. Va a haber más de 200 artistas, escritores, cantantes, autores y más de 70 actividades. Se va a hacer de todo y para todos.
Hay cosas más elevadas, como una versión de una compañía colombiana de «Carta de amor de una desconocida», pero también se puede disfrutar de los pasacalles para niños en la calle Fuencarral, música popular en distritos, música para jóvenes en el templo de Debod. Queremos convertir todo Madrid en un gran escenario al aire libre y habrá otras propuestas más específicas.
«El Jardín de las palabras» es una preciosidad y está diseñado para reivindicar todos los acentos del español en el Paseo del Prado, o el «Portal de los Escribidores», donde va a haber grandes escritores que van a escribir cartas.
¿Se va a seguir celebrando de esta forma en los próximos años?
Si. Es el primer año, pero nace con vocación de continuidad. La hispanidad se estaba celebrando con un desfile militar y esto es fantástico, pero hay que recordar qué es lo que celebramos de verdad. Ahora la celebración del 12 de octubre es la celebración de la lengua, de la palabra y la cultura en español.
¿Qué no podemos perdernos de los actos que se han convocado?
«El jardín de las palabras». Creo que va a ser maravilloso; o «La pequeña Habana», por el barrio de Chueca y Salesas. Consistirá en pequeños eventos que homenajearán los aires cubanos. También va a haber mariachis en la Plaza de la Villa, que me recuerdan la época en que estuve trabajando en México.
¿Cree que la izquierda tiene algún problema con todo esto de la hispanidad?
Parece que sí, que hay que guardarla en un cajón , en lugar de celebrarla como una aventura gigantesca y un encuentro entre dos mundos que se enriquecieron y cambiaron. Si no es un motivo de celebración que el mundo se hizo más grande desde 1492...
¿Qué le parece el bono cultural de 400 euros de Sánchez para jóvenes que cumplan 18 años el próximo año?
Quiero ver primero la letra pequeña. En Francia y Alemania el balance no ha sido bueno. No están contentos con cómo se desarrolló. Hubo picaresca para no gastarlo como se debía y uno tiene que pensar que esas ayudas que son universales y que no discriminan por renta, a lo mejor no siempre son justas.
Pienso en mi sobrina, que recibirá ese bono y cuyos padres pueden comprar una entrada para el teatro, libros, discos o invitarla al cine y me pregunto si es justo que una familia que esté haciendo equilibrios para pagar la luz ahora contribuya a que mi sobrina vaya gratis al teatro. A lo mejor cuando veamos la letra pequeña es otra cosa. El bono cultural puede que sea un golpe de efecto porque lo que sigue subiendo es la factura de la luz. A lo mejor esos 400 euros tapan otras cosas.
¿Qué perspectivas tiene el turismo en la Comunidad de Madrid?
Madrid, durante esa etapa de apertura, cuando estaba cerrado todo en toda Europa, cuando fue el único lugar de Europa donde se podía ver ópera, ir al cine o al teatro, ha supuesto una de las mejores campañas de publicidad que hemos hecho nunca. Si tuviera que hacer esa campaña no tendría dinero en la Consejería para pagarla. Madrid está de moda. La gente quiere venir aquí y nos lo dicen empresarios. Madrid es la capital europea que tiene a menos distancia más lugares de interés histórico, cultural y patrimonial en un radio de cien kilómetros. Es una ventaja competitiva que tenemos que empezar a explorar. También es el lugar con el mejor estilo de vida del mundo.
¿Por qué tipo de turismo apuestan?
Por el turismo de rango alto de gasto. No quiere decir solo turismo de lujo. Hablamos de ese turista que no es una persona especialmente acaudalada, pero que en el momento en el que viaja quiere comer bien y hacer buenas compras y no le importa hacer un esfuerzo para ir al ballet y la ópera. Es el turista por el que apostamos en Madrid, aunque aquí siempre va a haber oferta para todos los gustos.
¿Ha desplazado Madrid a Barcelona en su oferta cultural?
Si, la oferta museística que tiene Madrid no tiene rival. No hay ninguna ciudad que tenga un triángulo como el Thyssen, Prado y Reina Sofía. Lo mismo desde el punto de vista patrimonial.
Barcelona es una ciudad maravillosa, pero la reputación que tuvo en otro tiempo se está perdiendo. Hay noticias de inseguridad, de desórdenes, huelgas de transporte... Todo eso afecta y Madrid no tiene esa reputación, pero creo que debemos crecer todos. No es una buena noticia que los turistas tengan menos interés en ir a Barcelona porque hay y mercado para todos.
¿Ha aumentado el turismo interior durante el último año a raíz de la pandemia ?
Los madrileños son los mejores clientes de la Comunidad de Madrid. Este verano, un 20 por ciento de las reservas hoteleras de Madrid eran de madrileños porque los ciudadanos han buscado en su Comunidad lo que antes encontraba fuera y eso ha llegado para quedarse. Pensábamos que se trataba de un espejismo, pero la pandemia nos ha hecho descubrir nuestra región. Me gustaría seguir trabajando en el turismo de interior porque Madrid es el principal emisor de turismo a otras comunidades.