Fuerzas de Seguridad

Denuncian el pésimo estado del cuartel de la Guardia Civil de Navalcarnero

Las agentes sze tienen que cambiar en un trastero que carece de calefacción y de un aseo adecuado

Lugar destinado para que se cambien las agentes
Lugar destinado para que se cambien las agentesjmzna

Las agentes femeninas de la Guardia Civil del puesto de Navalcarnero, en Madrid, se tiene que cambiar en un trastero. Es una de las anomalías que presenta el acuartelamiento, al igual que otros de la Comunidad de Madrid, y cuya situación denuncia la AEGC.

En concreto, señalan que el citado puesto “sufre deficiencias y un deplorable estado de conservación” lo que redunda en un perjuicio para los guardias civiles y ciudadanos por igual.

“Un edificio muy alejado de la sostenibilidad y eficiencia energética que tanto se empeña en vender a la opinión publica el Ministerio del Interior empeñado en invertir dinero en imagen mientras deja que los puestos se vayan cayendo de viejos cada año un poco más”.

“La Guardia Civil del futuro, pionera en eficiencia energética y sostenibilidad con viejas ventanas de madera del siglo pasado que en invierno dejan pasar el frio y la humedad y en verano el calor sofocante del exterior. Un edificio en el que los guardias civiles allí destinados han pasado lo más duro de la pandemia hacinados en oficinas pequeña, nada que ver con lo que recomendaban las autoridades sanitarias”, subraya la asociación.

“Un cuartel que tampoco cumple con las medidas de integración de las personas con discapacidad ya que no está preparado para las personas con problemas de movilidad ni una rampa para salvar las escaleras de acceso, pasillos estrechos y escalera estrechas para acceder a la planta superior; tampoco cuenta con una sala de espera para la oficina de atención al ciudadano, así que los vecinos que tienen que acercarse a realizar cualquier diligencia o esperan de pie dentro del edificio o en la calle”.

“Mención aparte –agregan-- merecen las instalaciones destinadas al personal femenino que tienen un vestuario que además hace las veces de trastero del puesto donde se almacenan sofás, material de la guardia civil, aparatos de aire acondicionado, sillas de oficina viejas, calefactores o trastos viejos de los propios agentes. Un vestuario en el que se da una paradoja, a pesar de guardar dos climatizadores carece de calefacción por lo que las nueve agentes tienen que cambiarse en invierno en una instancia helada. Esta dependencia tampoco pasaría la revisión de riesgos laborales por el mal estado de suelo, levantando en muchos puntos y por el pésimo estado del baño sucio, con humedad y moho. En cuanto a las taquillas algunas son de tela y otras han tenido que ser las propias agentes las que las han comprado”.